Madison era la secretaria de Lorenzo. Ella se encargaba de cada aspecto de su vida, desde sus asuntos personales hasta las transacciones comerciales. Todos pensaban que solo era una secretaria demasiado entusiasta. Sin que ellos lo supieran, en realidad era su esposa desde hacía tres años. Madison era consciente de que Lorenzo no la amaba. Él tenía a otra mujer en su corazón desde hacía mucho tiempo. Desesperada por su amor, hizo lo indecible por parecerse a la mujer que él amaba y, en el proceso, se perdió a sí misma. Aun así, mantenía la esperanza de que él se enamorara de ella. Un día, Lorenzo se encontró con alguien que tenía un parecido asombroso con la mujer que se había ganado su corazón. Pronto comenzó a cortejarla. Eso fue el colmo para Madison, quien firmó el acuerdo de divorcio y dijo: "Separémonos. Con esto, finalmente podrás estar con quien realmente amas". Pero ese no fue el final para ellos, sino el comienzo de lo que el destino les tenía reservado...
"Te necesito en Goldshore. Ahora mismo".
Madison Graves miró el reloj, somnolienta. Eran las dos y media de la madrugada.
"¿Ahora?", preguntó con una exasperación que apenas lograba disimular.
El hombre al otro lado de la línea se mofó: "Mi secretaria debe estar disponible las veinticuatro horas. Si no puedes con eso, búscate otro trabajo".
La llamada no solo la había arrancado del sueño en mitad de la noche; para colmo, Madison tenía un fuerte resfriado. El mareo de la medicina se disipó al instante ante la dureza de aquellas palabras.
Respiró hondo y se pellizcó el muslo para obligarse a permanecer despierta. "De acuerdo. Voy para allá", respondió.
Se vistió a toda prisa y bajó a su auto. Goldshore era un bar prestigioso en el bullicioso centro de la ciudad, así que Madison sabía que sería imposible encontrar estacionamiento cerca.
No le quedó más remedio que dejar el auto a la entrada de un callejón y caminar el trecho restante sobre unos tacones de diez centímetros. Cuando por fin llegó a la entrada del bar, volvió a mirar su reloj.
Las 2:57 a. m.
Afortunadamente, solo le había tomado veintisiete minutos llegar.
Se arregló el cabello antes de entrar.
El bar estaba abarrotado, pero aun así, Lorenzo Edwards era el hombre que más destacaba en el lugar.
Vestido con un impecable traje negro, estaba sentado en un reservado, haciendo girar con lentitud una copa de vino. Sus facciones cinceladas y su aura magnética lo convertían en el centro de atención de cualquier lugar al que fuera.
En ese instante, levantó la muñeca para ver su reloj y frunció levemente el ceño.
Madison apresuró el paso y se detuvo a su lado. "Ya estoy aquí, señor Edwards".
Lorenzo no dijo nada, pero su llegada provocó la reacción de otra persona.
"¡Dios mío! ¡Son las 2:59! ¡De verdad llegó antes de las tres!".
"Lorenzo, eres un profeta. Llegó en media hora".
Solo entonces Madison se percató de que había otras tres personas en el reservado: dos hombres y una mujer.
Los dos hombres estaban sentados lado a lado frente a Lorenzo, mientras que la mujer estaba sentada en su regazo.
Lorenzo sonrió con aire de triunfo y miró a la mujer. "Gané".
Ella le dio un golpecito juguetón en el pecho y puso un puchero. "Está bien, tú ganas", dijo. "¿Qué quieres que haga?".
Los otros dos hombres soltaron una carcajada.
Madison frunció el ceño. "¿Qué significa todo esto?".
Uno de los hombres se lo explicó, divertido. "Lorenzo juró que su secretaria era infaliblemente puntual; que sin importar cuándo la llamara o dónde estuviera, siempre llegaría en menos de media hora. Nadie le creyó, así que apostamos. Si llegabas a tiempo, él ganaba".
Mientras hablaba, deslizó las llaves de su auto sobre la mesa en dirección a Lorenzo, con un gesto de amarga resignación. "Acabo de comprar este auto, es una edición limitada. ¡Ni siquiera he podido estrenarlo como se debe!".
Lorenzo tomó las llaves y jugueteó con ellas. "Una apuesta es una apuesta", dijo con una sonrisa.
Luego, miró al otro hombre y enarcó una ceja. "¿Y tú?".
"Está bien, está bien. Toma. Es la llave de mi casa. Ahora es tuya". Dicho esto, el hombre miró a Madison con enfado y espetó: "¿Cuánto te pagan al mes? Vaya que te tomas en serio tu trabajo, ¿no? ¡Por tu culpa y tu maldita puntualidad, este infeliz acaba de quitarme una villa de cientos de millones!".
Madison apretó los labios, sin decir nada.
Luego, su mirada se posó en la mujer que estaba sentada en el regazo de Lorenzo.
Las luces del bar eran tenues y no le había prestado mucha atención hasta entonces. Sin embargo, en el instante en que distinguió su rostro, la sangre se le heló en las venas.
Aquella mujer no era otra que la famosa actriz Zoe Harris.
Pero lo más impactante era su asombroso parecido con alguien; un parecido que superaba con creces el que ella misma tenía.
El rostro de Lorenzo permanecía inexpresivo. Se recostó en el asiento, con las largas piernas cruzadas y un brazo rodeando a la mujer.
La miró directamente y dijo con frialdad: "Bien, ya puedes retirarte".
Madison respiró hondo y preguntó lentamente: "¿Así que me hizo venir en mitad de la noche solo por una apuesta?".
Lorenzo enarcó las cejas y esbozó una sonrisa ladina. "¿Y qué?".
Capítulo 1 Una apuesta
12/09/2025
Capítulo 2 La sombra de una mujer muerta
12/09/2025
Capítulo 3 Divorciémonos
12/09/2025
Capítulo 4 Nada que extrañar
12/09/2025
Capítulo 5 Dáselo a ella
12/09/2025
Capítulo 6 No todas las mujeres quieren tu dinero
12/09/2025
Capítulo 7 Oferta de trabajo
12/09/2025
Capítulo 8 Vestida para el fracaso
12/09/2025
Capítulo 9 Una condición peculiar
12/09/2025
Capítulo 10 Esta soy yo
12/09/2025
Capítulo 11 Tres años son suficientes
12/09/2025
Capítulo 12 : Un salto al vacío
12/09/2025
Capítulo 13 Una prueba de fuego
12/09/2025
Capítulo 14 ¡Qué pequeño es el mundo!
12/09/2025
Capítulo 15 Ella es mi novia
12/09/2025
Capítulo 16 La sombra de otra mujer
12/09/2025
Capítulo 17 Una posición comprometedora
12/09/2025
Capítulo 18 Escena de celos
12/09/2025
Capítulo 19 Una última oportunidad
12/09/2025
Capítulo 20 Te has enamorado de otra
12/09/2025
Capítulo 21 Números al azar
12/09/2025
Capítulo 22 Trátame como a una hermana
12/09/2025
Capítulo 23 Un gesto calculado
12/09/2025
Capítulo 24 Presumir a mi novia
12/09/2025
Capítulo 25 : Mi motivo eres tú
12/09/2025
Capítulo 26 Un vacío imposible de llenar
12/09/2025
Capítulo 27 No menciones su nombre
12/09/2025
Capítulo 28 Copia y original
12/09/2025
Capítulo 29 El hombre que abrazaba
12/09/2025
Capítulo 30 Sombras del pasado
12/09/2025
Capítulo 31 Un nudo bien hecho
12/09/2025
Capítulo 32 Solo una secretaria
12/09/2025
Capítulo 33 : No está a mi altura
12/09/2025
Capítulo 34 Una indiscreta marca roja
12/09/2025
Capítulo 35 Madison puede con todo
12/09/2025
Capítulo 36 : Solo hay un Lorenzo Edwards
12/09/2025
Capítulo 37 Un juego de parejas
12/09/2025
Capítulo 38 : Pros y contras
12/09/2025
Capítulo 39 Dos por uno
12/09/2025
Capítulo 40 El narcisista
12/09/2025