El Hombre del Desierto
no lo sabía, lo único que tenía claro es que el que una
rto, su vida había cambiado del día a la noche, no solo por la preocupación
ga en la espalda en plena oscuridad. Dispuestos a negociar por mandato de su padre con su clan beduino, fueron víctimas
udicaron partes de su cuerpo e incluso la inmovilidad definitiva de las
ra él solo eran recordatorio de lo bendecido que era de estar
nde sufrió el mayor ataque de su cuerpo, que fue en su pierna derecha, pelvis y torso. El médico era
to tener que dar
ocurre
as quemaduras
d totalmente crudo pa
rar… hay un daño que causó este m
trar su mirada en aquella mujer
, «¿Por qué todo esto estaba
pretada por causa de esta mujer,
en los últimos meses no había conseguido que esto se diera de forma natural. Se había acostado con otras mujeres,
ia ella, que solo esperaba una reacción suya. Pero e
e trataba de usted,
a muy s
en que la vio sonreír, to
su piel blanca estaba iluminada, y por Dios santo que deseaba saber
ando ella su nerviosismo. Debía detenerse, esto no tenía sentido, pero su ante pierna estaba tan
cambió su semblante po
ed preparada para irse con
voz, su tono, incluso su postura que antes estaba relajada, ahora estaba en tensión. «¿Qué había hecho?
o único que cons
a mi país, creo que sus jefes
ecesitaba con urgencia trasnocharse esta noche para leer todo el informe que Almer l
que iba a preguntarle a qué hora deseaba que partieran, pudo ver que
ios me
os demás a la reunión. Tanto Almer como Brunel fruncieron el ceño en cuanto llega
y yo partiremos mañ
mbos se giraron de golpe hacia
Le explicaba al Señor Abdullah que, la empresa cometió un
ron, pero el rostro de Bru
eparar esta situación, pero por alguna situación extr
colocarse de pie, era Tarha, su
on en la mesa mientras él se desvió a una p
a estos dos hombres, podía decir que p
asi gritó, pero Lia no dejó que la amedrenta
infarto, lo supimos esta
go, y luego mo
a? —la tuteó como si la conociera desde ha
ejo muchas del comercio. Ella me pidió remplazarla, y todo porque la empresa
z baja pero apretada—. Mi puesto depende de esto, señorit
e… no vamos a decirle nada a estas alturas al Jeque ¿o sí?, ¿no creen qu
cara muy preocupado, mientras varia
la mano en el brazo para
lgo improvisado, ella ya realizó todo un esquema para este trabajo. Pero… —
pusieron de pie,
ra nosotros decirle al Jeque que
otra opción que
lta a la mesa. Para él fueron muy extrañas sus posiciones y rostros, pero de inmediato, todos s
nte silencio,
imero o vamos al p
giraron al sitio de Lia—. No
u boca, ella era tan espontán
da estaba servida. David trató de sacar temas aislados, pero Said
e que no per
que hablaron de sus habilidades y que de manera intrínseca le dieran datos a Lia sobre su trabajo en sí,
un en ausencia de ellos, Anne siempre se esmeró en que ella fuese tan íntegra en su forma de proceder, q
que pudiera hacer este trabajo de la mano de Mila, y más pronto que
amientos cuando los platos fueron retirados y
ra, «debía estar rico», pensó, pero cuando dio un sorbo, ca
so sus dedos e
d dijo sí cuando le
era reco
to, está un
la le quitó la mirada. Odiaba que le desviaran la mirada, en su
ta noche y firmaremos mañana… —anunció Brunel pasando t
darla como todos pensaban, él sacó un bolígr
Usted Brunel, fue recomendado por gente de mi extrema confianza, si hay
hizo más pes
a, señor —la voz del hombre vibró
ila, estos hombres, y por supuesto sus familias estaban en juego. Fue hasta entonces que desvió la mi
de línea más clara del color de su piel bronceada, sobresalía de su traje para ir de su cuello
, tan… inmenso en su proceder y forma, la
a saber ta
e la pasó a los hombres. No sabía por qué notaba a
ella lo estaba observando de esa forma de
Almer y Brunel decidieron colocar
amos, y dejamos descansar al señor
ueña charla antes de irme,
ó a Lia, y e
ia, llegas
ó de puro
uien delegaron para
el abecedario a Lia. Era imposible para ella no saber que estaban al borde de
se estaba metiendo mientras sus ojos se detenían
iciera, pero de cierto modo le había