El Científico Oculto: La Venganza de la Esposa Traicionada
ban cristales, reflejándose en los pulidos suelos de mármol. Una orquesta sinfónica tocaba suavemente en el fondo, un zumbido lujoso para el murmullo de l
. -¡Elisa Montemayor! ¡Querida, ha pasado demasiado tiempo! -exclamó, sus ojos iluminándose con genuina calidez-. Oí que te retiraste de la i
a, ajeno a mi identidad asumida como "estudiante de posgrado".
forzando una sonrisa edu
la cúspide de algo verdaderamente innovador. La investigadora principal más joven del Instituto Montemayor, si no recuerdo mal. Tant
idamente disimulada. Se aclaró la garganta. -Elisa ha e
saludar a otros invitados. Gerardo me lanzó una mirada furiosa. -¿De qué iba todo eso? ¿La inve
lante vestido plateado, su cabello perfectamente peinado, su sonrisa deslumbrante. Parecía una diosa griega, radiante y segura. Era el vestido que Gerardo me habí
ersario, Elisa -había dicho, su voz llena de orgullo-. Serás la mujer más hermosa allí. -Yo había sonreído, conmovida por su gesto, y guardé cuidadosamente el vestido, opt
dmiración. Me apretó el brazo. -Mírala, Elisa. ¿No es magnífica? Realmente sabe cómo dominar una hab
a semana. Una sorpresa, mi amor. Solo para nosotros. -Se inclinó más cerca-. Y Kiara, siendo la mente brillante que es, se unirá al
a como una ciruela pasa arrugada en mi pecho. La estab
e con una especie de orgullo posesivo que me dio escalofríos. -Bien. Sabía que
bienvenida a la mujer que me había robado a mi marido, que me había atacado, que se había jacta
omen inferior. Se me cortó la respiración. Mi visión nadó
e Gerardo era dist
o que oí antes de que el mundo se volviera negro fueron los sonidos amortiguados de la orq
s uniformados entró a raudales, su presencia una interrupción inmediata y discordante para el elegante eve
on un aspecto completamente desconcertado. Su rostro, momentos antes radiante,
tranquila pero firme-. Está bajo arresto por fraude,
su mano extendiéndose hacia él, sus labios formando una súplica silenciosa. Gerardo, po
ndose. Mi visión parpadeó, desdibujándose en los bordes. Podía ver a Gerardo, una silueta cont
y desesperada. Mi mano, buscando consuelo,
eándola de los oficiales, protegiéndola con su cuerpo. Y entonces, dio un paso atr
estuviera en llamas. El dolor era insoportable, una agonía al rojo vivo que lo consumía todo. Intent
iquiera se había dado cuenta. Mi esperanza, la última y frágil brasa, parpadeó y
sado yeso, el dolor un dolor sordo que reflejaba el vacío en mi corazón. Una laptop zumbaba en la mesita de noche, su pantall
atos... han sido manipulados. Maliciosamente. Tomará semanas, quizás meses, desenredarlo todo. -Su voz era baja, llena de preocupación-.
rostro una nube de furia. Arrebató la laptop de mi cama, enviándola a estrellarse contr
¡Y graba un video, ahora mismo! ¡Denunciando a Ki
la, inquebrantable. -Me voy a divorciar de ti, Gerar
e irte? ¿Crees que vas a conseguir un centavo de mí? Firmarás esto, o te arrepentirás. -Señaló el documen
iqué, mi
n inteligente, tan justa. ¿Por qué el nombre de Kiara está vinculado a todos
tranquila-. Pregúntale sobre los datos que cambió.
eció. -¿De qué
que se supone que te salvará la vida. Ha sido comprometida. Y tú,
uego se entrecerraron en una mirada furiosa. -¿Me
trando su mirada-. Un hecho que elegiste ignorar, p
s un monstruo, Elisa. Un monstruo frío y calculado
a-. ¿Recuerdas la noche del incendio? ¿En el lab
destello de algo, una sombra de una
rré, las palabras pesadas de memoria, de dol
sus labios curvados en una mueca de desprecio. -¿Sabes, Elisa? -dijo, su voz goteando veneno-. No te pareces
lpe, el sonido resona
un sobresalto, mi corazón saltando a mi garganta. Gritos y maldiciones furiosas estallaron fuera de mi habitación
icaciones. Temas de tendencia. Mis ojos escanearon lo
larar las cosas -dijo, su voz suave y controlada, irradiando sinceridad-. Kiara es inocente. Estos ataques viciosos no tienen fund
n. Estaba torciendo todo.
Pero fue una grabación manipulada. Editada para pintar a Kiara bajo una luz falsa. Elisa ha estado obses
mbarazo? Estaba negando a nuestro
y ahora que las cosas no van a su manera, está atacando. Estoy solicitando la anulación, citando fraude y angustia emocional. Les aseguro
ba siendo arrastrado por el fango, mi existencia misma reducida a una serie de mentiras malicios
umpieron, sus rostros sombríos. Me agarraron de los brazos, arrastrándome de la cama, ignorando mis g
a triunfante adornando sus labios. Sus ojos brillaba
n reemplazo. Y ahora, ni siquiera eres eso. -Hizo un gesto a los hombres-. Asegúrense de que nunca más pueda parecerse a m
l tirón agudo del dolor mientras me cortaban bruscamente el cabello. Mis oídos zumbaban con el sonido de la risa. No grité. No lloré. Miespíritu roto. Mi reflejo devastado me devolvía la mirada desde el espejo rot
n el instituto la próxima semana. Una presentación final para el equipo d
e burló, su voz despectiva-. ¿Qué tip
oz desprovista de emoción-. Con
ad en su tono-. Estaré allí. Pero no creas que esto camb
tocando mis labios arruinados. É