Votos Destrozados, Venganza de Sangre Implacable
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andro, Grupo Del Valle. Luego, su amante, la Dra. Kimberly Luna, arruinó deliberadame
ió, con una sonrisa cruel en los labios, revelando una verdad que me heló la sangre: cada crisis en mi vida -la muerte de mi madr
a de esas veces -se burló-
ar un documento que absolvía a Kimberly de su crimen. Luego, Alejandro hizo que me internaran, me s
rado del mapa, que me
ó. Un acuerdo que me dejó con el 25% de Grupo Del Valle. Ahora,
ítu
So
Alejandro del Valle, siete años de levantar Grupo Del Valle desde cero con el dinero y los contactos de mi familia, y todo se reducía a esto. Mi padre, sano y fuerte hace apenas unos días, ahor
respiración. El pánico me arañó la garganta. Golpeé la puerta. Nada. El cuarto del h
el contacto de Alejandro. Llamada tras llamada, la línea solo sonaba y lue
re te necesita. Yo te ne
patrón familiar, un eco cruel de cada crisi
elleza frágil con su impecable bata blanca, un marcado contraste con el veneno que estaba a punto
o cortó el silencio de la habitación. Una sonrisa, delgada y fría, s
re se m
estás h
tiséptico y perfume caro in
la retiró, como si yo estuviera contaminada-. Él estaba conmigo. Cada una de esas veces. Cuando
ron como un puñetazo.
. Estaba fuera de l
Siempre me eligió a mí. Siempre. -Sus ojos, usualmente fríos, ahora tenían un brillo
labra se desgarró de mi
a risita, un soni
se desvió hacia mi padre, inmóvil en la cama-. Esto, Sofía, esto es tu castigo. ¿La condición de tu p
estaba distante. Estaba con ella. El hombre que amaba, el hombre al que le había dado todo, había orquest
a reunión crucial, que no podía irse. Yací en el auto destrozado, el olor a gasolina llenando el aire, esperando el rescate, sola. Do
ho, disculpándose-.
. Me arrastré al hospital, sangrando, aterrorizada. Acaricié mi vientre plano, sintiendo ya el vacío. No llegó hasta la mañana, con los ojos inyectados en sangre, oliendo a colonia rancia. Ofreció un con
y cruel obra de teatro orquestada por Alejandro y Kimberly, solo para castigarme por no dejarlo. Porque lo amaba. Porque cre
e han hecho pasar. Fue todo para esto. -Mi voz temblaba, pero una resolución fría y
de Kimberly
andro está esperando que lo firmes. O la condición de tu padre podría...
corazón. ¿Querían romperme? Se arrepentirían. No lloraría. Me vengaría.
a Kimberly, mis
ré, no solo una amenaza, sino
e me crispó los nervios. Se dio la vuelta y salió, dej
más súplicas. No más ruegos. La chica que lo amaba estaba muerta. Mi padre estaba en tiempo prest
dejé caer en el suelo frío, mi cabeza contra la pared estéril. Mi padre. Mi pobre e inoce
Sus ojos, usualmente cálidos para mí, ahora estaban distantes, como el hielo. Sostenía una tabla con pap
cercó, su sombra cayendo sobre mí. Me estremecí. El hombre con
an expresivos, ahora estaban desprovistos de cualquier emoción.
Es para
no, mi voz u
uo! ¿Cóm
agarró del brazo, sus de
fía. La vida de tu padre pende de un hilo. -Su mirada
ago se r
s a mi pr
contra mi pecho-. Firma el documento y Kimberly estará a salvo. Tu padre
ly Luna estaba impreso claramente en la parte superior. Esto
haré. N
onido de tota
ícil? -Se levantó, tirando de mí con él, su agarre como de hierro. Me a
o? -Mi voz era un c
ó la mesita de noche de mi padre, incliná
íos, muertos. No había ni un destello del hombre que una vez con
! -grité, mi v
mueca torcien
tros arreglos para su "tratamiento". -Hizo clic en un botón de su teléfono. Un sonido escalofriante reso
i padre. Mi visión se n
la tuya, Alex! ¡Te j
impasible mientras la máquina pitaba más rápido, con más urgencia. El pe
esperadamente de revertir lo que fuera que él había hecho. Pero fue
e estab
ra, sin adulterar, un sonido que rasgó la tela misma de mi ser. Alejandro se quedó allí, m
ré, las palabras c
la tabla y me ofrec
a lo f
él. Mi padre se había ido. No quedaba nada
una furia fría e inquebrantable reemplazando el duelo-. Esto no ha terminado, Alex. Esto es solo el principio. -Me miró, un destello de algo ilegible en sus ojos, qu