Votos Destrozados, Venganza de Sangre Implacable
So
or sordo y persistente detrás de mis ojos. Estaba en una habitación diferente a la anterior, más pequeña, sin ventanas. La
era de mi puerta, sus voces ahogadas pero lo suf
de su padre -dijo el camillero-
Dra. Luna firmó el certificado de defunción. Paro cardíac
Otro encubrimiento. Lo habían matado. Realmente lo habían mata
s -continuó el camillero-. Tal como quería el esposo. D
ero, el pequeño dibujo que le di de niña. Todo se había ido. Borrado.
bajando la voz-. Oí que se volvió loca. Intentó atac
. Yo era la esposa loca, de luto por su padre, que había a
levando una bandeja de comida insípi
deja en una pequeña mesa-. El
quebrada y seca-. ¿De ver
stello de algo en sus ojos, ¿inc
Recitó la línea oficial, luego se fue rá
había amado incondicionalmente. Fue víctima de su crueldad, un peón en su sádico juego. Cada recuerdo de él pasó por m
e ser demasiado para que otros la aprecien. No dejes que su ceguera te haga dudar de tu propio brillo. -Me había advertido. Había visto a Alejandro por lo que era, debajo de la
entes e interminables, abriendo caminos a través de la sangre seca en mi sien. Mi cuerpo temblaba con la fuerza de ello, un grito crudo y primario atrapado e
dijeron que podía irme. Me entregaron una pequeña bolsa de plástico con las pocas pertenencias que tenía encima. M
de mi antiguo yo. Mi cuerpo estaba débil, pero mi resolución era sóli
. Sin Alejandro. Sin Kimberly. Solo yo, despidiéndome del único amor verdadero que había
fotografías. Incluso las pequeñas baratijas que había coleccionado a lo largo de los años. No quedaba nad
andro. Una publicación reciente: una foto de él y Kimberly, bronceados y sonrientes, en un yate en el Mediterráneo. "Final
ciega? Mi corazón, ya destrozado, se astilló en un millón de pedazos más. Pero esta vez, no hubo dolor, solo un vacío escalofriante. Mi amor p
a equivocado. Solo me había forjado en un arma, afilada por el duelo y la traición. Había construido Grupo Del Valle con él. Conocía cad
la pesada carpeta encuadernada en cuero. El acuerdo prenupcial. Estipulaba que en caso de divorcio, y bajo ciertas condiciones, yo conservaba una
de Alejandro, una reliquia de una época en la que él era solo un empresario
ada mentira, cada aliento por el que mi padre luchó. Mi venganza sería una sinfonía de destrucción, un desmoron