Votos Destrozados, Venganza de Sangre Implacable
So
a que llevaba se deslizó por una fracción de segundo, revelando un destello de genuina irritación. Fue
bruscamente del suelo. Mi cuerpo se sentía como una marioneta. Sin vida. Pe
iarme? -Me metió el documento de nuevo en la mano, la pluma ahora colgando inútilmente de
dadera prioridad. Mi padre, su suegro durante siete año
ra-. ¿Qué más puedes quitarme? Mi padre está muerto por tu culpa. Por culpa de
ó la mirada, luego volvió a mirarme, una extraña
estaba. -Hizo una pausa, sus ojos endureciéndose-. Ella es mi tod
os, la riqueza de mi familia vertida en su empresa en apuros. No significaba nada. Fui una transacción. Un peldaño. Mi padre, su muerte, era un daño colateral
ajedrez para tus juegos retorcidos con tu preciosa Kimberly? -La ironía era un sabor amargo en mi boca. Había interpretado el papel
jamente, sus ojos conteniendo
lo. -Su paciencia
por Alejandro era una ruina carbonizada. Lo único que quedaba er
N
brillar
Sus palabras fueron cortantes, cargadas de una orden aterradora-. Inic
e. Estaba ordenando la eliminación completa de todo. Las máquinas se
ía. Me abalancé sobre él, arañando su brazo, tratando
ostro una máscara de esc
Sofía. -Caminó de re
opezando hacia él-. ¡No hagas e
algo casi como piedad en sus ojos, rápi
aseguraste de eso cuand
débil, mareada, completamente agotada. Pero un nuevo sonido atravesó el silencio estéril. Una línea plana. Esta, más
erly. Entró como si la habitación le perten
Sus ojos se desviaron hacia mí, luego hacia el monitor plano,
su lado, su brazo r
solo está siendo difícil. -M
o. La maldad pura y sin adulterar de
al salvaje y desconsolado. Mi mano conectó con su me
on, no de dolor, sino de fingida sorpresa. Gritó,
la! ¡Me pegó, A
r la rabia. Me empujó, enviándome a trompicones hacia at
hacia Kimberly, su voz cargada de tierna pr
se con la mía por encima de su hombro, una mue
ex. Peligrosa. Tene
ardiendo de furia. Me miró, una expresi
ada. Ni un solo centavo. Ni un solo recuerdo. -Su voz era
o de mi padre resonó en la habitación. Mi padre. Se había ido. Para siempre. Mis pier
ito rasgó el aire,