Votos Destrozados, Venganza de Sangre Implacable
So
no derramadas. Alejandro había anulado nuestro matrimonio de siete años. Siete años, legalmente borrados como si nunca hubieran sucedido. La pr
su voz distante-. Que fue engañado para casarse. Es una anula
estaba siendo borrada. La profundidad de su depravación no tenía límites. Era peor de lo que podría haber imaginado. Había vertido mi corazón, mi alma, el legado de mi familia en él.
on tanta fuerza que me dolió. Esto ya no era solo sobre traición. Era sobre una deshumanización absoluta. No e
puertas se abrieron, una bienvenida silenciosa a mi humillación. Lo vi de inmediato: un Mercedes nue
splandor de la chimenea. Kimberly estaba sentada en el regazo de Alejandro, con la cabeza echada hacia atrás, su cabello perfectamente peinado en marcado contraste con mi apariencia d
en nada en particular. Mi corazón era una piedra congelada en mi
Qué haces aquí? -Empujó suavemente a Kimberly de su regazo, un to
pero no me
? ¿En una tumba? -Mi voz era plana, desprovista de emoción,
se-. Sabes que te buscaste esto. Tu
, desprovistos de lágrimas,
. Por tu culpa. Por tu "pre
mente, cubriéndose la bo
rgo, brillaban con algo parecido al triunfo-. Pero, Sofía, realmente
arcasmo amargo-. ¿Como ordenar la retirada de su soporte vital?
undo, sus ojos se abrieron de par en par.
cia mí, su voz enfermizamente dulce-. Sofía, sé que esto es difíci
de rabia reprimida-. ¡Estaba perfectamen
lante, colocando una mano
uros-. La muerte de tu padre es tu culpa. Si hubieras firmado el docume
lterar de todo, me dejó sin palabras. Lo miré fijamente, al hombre que una vez había amado, y no sentí nada más que un profundo
ró. Lo miró, un destello de
seguida. -Besó la frente de Kimberly, luego salió d
eció, reemplazado por una mueca triunfante. Sacó un pequeño y delicado relicario de oro de su bolsil
e mis ojos-. Alex dijo que era "desorden sentimental
licario. Mi posesión más pre
! -gruñí, abalan
apartándolo d
omo todo lo demás. Esta casa, Al
re se m
Las palabras apenas e
una sonrisa cruel j
ipiente muy caro y muy prescindible. -Se rio de nuevo, un sonido agudo y burlón-. Y ahora que estás fuera de
l que había llorado, el niño que imaginé sostener, había sido de ellos. Un embarazo subrogado, sin mi conocimi
o mi visión. Me abalancé sobre ella, sin importarme ya nada
nte ágiles. Mi mano la falló y tropecé, cayendo de rod
z desprovista de cualquier pretensión de
sus ojos cayendo inmediatamente sobre Kimberly, que se agarraba dra
nte desquiciada! -Me señaló, todavía en el suelo
n una rabia aterradora. Ni siquiera me m
a-. ¿Qué demonios te pasa? -Corrió al lado de Kimberly, at
y, sosteniendo el relicario-. ¡Mi herm
, luego a mí. Sus ojos esta
ía. Renunciaste a todo
voz cruda de dolor y furia-.
Alejandro, su voz plana-. Todo le
miró a Alejandro con o
quiero causar más problemas entre uste