Propuesta escandalosa para una boda
tes mejor
, trague saliva lentamente mientra me mi
i ....s
ncion que habia se fue esfumando y el retiro sus manos de mi y volvio a su posi
ntes de recordar que probablemente no debería parecer en shock por alguien que limpiaba lo que había dejado. El hombre que me habia dado un masaje
Vuitton en Instagram. No, este hombre tenía peso. De esos que no necesitan presumir. De es
ente para mí mismo mientras giraba la cabeza para no
boca. Lo seguí con la mirada mientras estiraba una pierna larga frente a él y se reclinaba, con el pu
o, no iba a dejar que unas vacaciones en la Costa Amalfitana totalmente pagada
e salía a borbotones, frotándose el labio superior
ste es el que transmit
pias. Un anillo de plata -no, de platino- en el índice derecho, lo suficientemente sutil como para
udiera buscar en Goo
de tomarlo. Su agarre era cálido, fuerte, no demasiado fuer
parecía que intentara desnudarme con la mirada. Parecía más bien que me estaba evaluando o que intentaba memorizar algo sobre mí. -Se
tándole importancia con un gesto. -Aunque es la primera vez
ura. -Me lo llevo, dijo. -¿Puedo co
stás invitando a una copa c
con una sonrisa burlona en sus mejilla
e para mi gusto, y me la froté para intentar disimular el r
án en el momento en que te saludo? bromeó,
mirada, sin ningún
reaccionó. -
barra, negué con la cabeza. -Uno
gía de todos modos: hombros anchos, piernas largas, el volumen de sus músculos debajo de su
postura relajada y relajada. Hizo un gesto hacia el camarero, con una calma y una confianza espontáneas, y no pude evitar mirarlo con enojo. Estaba irrita
minando, con un vaso alto en una mano y algo delicado en la otra,
la cabeza. -Tu cosa de flor de saúco y
mientras miraba el vaso. Sabía justo lo que necesitaba para aguantar esta convers
con su vaso de líquido ámbar en la man
e de pareja -respondí por
Y estoy bastante seguro de que dijiste que te qued
ersación por completo. -¿Vas a Italia por negocios o
sas. Sobre todo negocios, dijo, inclinándose un poco hacia delante y bajando la vo
arrogante, sino que se movía y hablaba como si se hubiera ganado el derecho a decir lo que quería. Como si el mundo se
ces ere
sta vez, sin esconderse
qué pr
de dejarla con cuidado. -Esa es la onda que transmites. T
la risa. -Lo discutiría si no fuer