icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Propuesta escandalosa para una boda

Capítulo 4 Qué imagen tan halagadora de ti

Palabras:1259    |    Actualizado en: 30/08/2025

aró, lanzándome una mirada fulminante mientras observ

. «Solo cuando parec

on mi muslo sin el menor remordimiento. Sin zapatos, me importaba un bledo; había visto a her

expectante. Selena me miró antes de mirarlo a los

, dejando el menú como si la hubiera of

igirse a mí formalmente. No necesitaba tener la conversación de «Yo soy el dueño de la aerolínea» ahor

88 -dije-.

puesto,

interrumpiendo al camarero antes

, con una pequeña arruga formándose entre sus

poco hacia at

o como si fuera algo bueno», dijo

equeña turbulencia. Entonces llegó su bebida en un vaso alto con una ramita de menta encima, y

iquiera pensarlo, y sentí un calor que me recorría la espalda como una mano

Qu

ar la imagen persistente. -Solo pensaba

segunda vez que dices algo raro sobre las vacaciones,

fería

único que pude imaginar fue la forma en que giraría

Pero noté cómo sus ojos se dirigieron a mis manos, solo una mirada rápida. -Trabajas demasiado, no sales con homb

levaba el vaso a los

o a alguien

du

Entra en una habitación como si la gravedad se doblara para él, mantiene todo ordenado, or

as bajaba mi copa. -Qué i

de hombros. -No

o lo h

r el aroma de su perfume: ligero, floral, dulce, con un toque

mi vaso. Su mirada se posó en

del que la mayoría de la gente j

no lo

cia. -¿Entonces por qué

mentí con frialdad. -La economía se es

una tontería o ambos nos e

mostrador y dejé que mi puño me ap

ecesitara airearse. -Los mismos asientos. Las mismas bebidas. El mismo vuelo. Yo con un vestid

ado , dije

nco y sacó la lengua como

uesto qu

o desorientada que estaba. No era desesperación. No era la mirada ingenu

cción, recorriendo mi pecho, mis brazos, mi cuello. No era sutil, pero no lo intentaba, y eso era algo a lo que estab

mbién l

ajé la voz. «No paras

ntamente. -Estás

dejándolo con un chasquido audible. -¿O es que se te da fatal disimular

eña mancha empañando su vaso. Su mirada se posó brevemente en mi boca y

ra vez que lo decía? So

la forma en que dejaba que mis ojos la recor

a voz. -¿Alguna vez has hecho alg

a se tambaleó levemen

e sostuve la mirada-. Ya

te hacia mí, con el pie descalzo rebotando. Su rodilla roz

ferta -dije con naturalida

za. -¿Qué ofreces ex

bre. Sonaba jodidamente pec

par

-dije arrastrando las palabras-. Lle

o trabajaba

sonrisa. -¿Qué tan buena ere

rtos y las pupilas dilatadas, durante lo qu

ue

e pensar que

Obtenga su bonus en la App

Abrir