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Las mariposas mienten

Capítulo 8 8

Palabras:1570    |    Actualizado en: 08/11/2021

sofá, leyendo una revista d

ro, y se sienta con las piern

a indicarme que tome asiento a su lado-. ¿Cuándo te invitó a s

nta a la v

desato los cordones de mis botines, respondo a ca

mí! -suelta de repente con una gran sonrisa, sobresaltándome-. Ahora que tienes novio, podemos tener citas dobles. ¡Ah, Oliver y tú deberían ir a la fiesta de Hall

resto de s

te de sus labios, esperando que la falt

y es muy pronto para iniciar una relación. No obstante, parece que jamás te

s sus palabras se repiten en mi mente y

sueno, pero tenía que alzar la voz para que me escuchara-. ¿Y

de chicos este año. -Su aproximación está lejísimos de la cantidad real-. El que tú salgas con alguien

elve a enfrascarse en una

para que crea que le es

ruñidos de su estómago la

o de pollo -dice, poniéndose

prisa que cualquiera pensaría que está siendo perseguida

hacia mi habitación-. El paseo me dejó exha

guna de haber oí

tiene la boca llena de queso Oaxaca

saco mi pijama del cajón

par de calcetas gruesas, pero la vibración de m

desbloqueo para leer la notificación

uró tu apodo

hacia atrás sobre mi hombro, confi

a -mas

arentar molestia, pues u

ndo leyó mal un billete de lotería y pensó

hacia los lados y gira, mostr

e que eres? ¿U

e negro de p

d, un short diminuto que sólo cubre la mitad de

a. Olvidé pon

regresa con una gorra

¿En una sex shop? -pre

es ir a la fiesta? Puedes usar la máscara de pap

bla es perfecta para Halloween

i la barba de cabra, sino todas l

de la fiesta, como

ro... tengo

ón y el bol con palomitas de maíz

as hay maratones de

Vamos, será

res que vaya a una fiesta, tienes que

ra de resignación y

a que Sean le envía un mensaje de tex

ededor de treinta minutos tomá

se sigue escuchando cu

grito-. Sea

anto y arrastro los pies ha

y veo a Sean d

sentaría mejor si no fuera

s blanco, si la

ea sus mejillas an

tengo de sonreír con ternura porque no quie

arlo, pero Maddie se me

sparce hasta las puntas

ble y mira a todas partes

su bota y, por culpa de la gravedad, sus s

alda, se despide de mí y se

or de la luz para que el reflejo no m

a muñeca poseída que aparece en la pantalla me pone los pelos

ue decido cerrar los ojos en lugar de ponerme de

mo un minuto, pero -según el reloj del m

con el puño de mi blusa y, en la

in más ni más, Maddie entra corriendo, s

sa el umbral con una expresión preocupada, se pone en c

haya enfermado porque comió carne cruda, estoy segura de que sus arc

dice-: Sólo tomó dos tragos de tequ

ie con una voz trémula y

a cederle el lavamanos y que se quit

uda a inco

ie es incapaz de caminar en línea recta, y tropieza c

empo que Sean la estabiliza ciñ

pecito en la muñeca para que la

niversidad a las ocho -le

-escucho qu

entre los cojines del so

itación, me pongo la pij

o, durante el cual me dedico a mir

a cien, y mi cerebro empieza a d

nción, evoco el

s fue breve y ligero

en mí que sólo había experimentad

legiala, y esto no me gusta ni un poco

que será el peor novio falso; no quiero

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