Su Amor Imprudente, Su Amargo Final
r una vida que fuera solo nuestra. Ese sueño se hizo añicos el día que su famili
einte millones de pesos para que desapareciera de su vida par
para producir un heredero y a mi fracaso definitivo. Trajeron a una madre sust
ítu
o el uno para el otro. En un lugar donde nadie era permanente, ellos eran una constante. Compartían comida, secre
día que una larga camioneta neg
amaba Leonora Garza y era la madre de Santiago. Después de todo, él no era un huérfano, solo un
os, dejando a Sofía atrás en el silencio de su dormitorio com
a a la casona de los Garza, un lugar tan grande que parecía un museo. Leonora se sentó fr
su voz goteando desprecio-. Las
e y lo deslizó sobre la mesa.
soñado en tu vida. Deja a mi hijo en
la mujer que la despreciaba
inero. Solo qui
ra fue un sonido
de la coladera? No eres nada. Sol
la quebraran. Dejó el cheque sobre la mesa y salió, su
las redes sociales e instruyeron al personal del orfanato que no le entregaran sus cartas. D
rto, estaba en huelga de hambre. Se negaba a recibir alimentos y tratamiento médico
, la familia Garza cedió. Le llevaron a un Santiago débil pero deci
ró, su voz ronca-. Lo prometo. Moriré a
conmovió hasta las
stuvieran juntos, pero su relación debía permanecer en secreto. Se casarían en una ceremonia privada,
os para dar a luz a
ontrataría a una madre sustituta para gestar al
no vio otra opción. Eran jóvenes y estaban enamorados, y creían que su amor podía conq
n la finca de los Garza, lejos de la mansión principal. Sofía intentó crear un hogar, pero
uedó em
gó a su puerta. No estaba sola. A su lado había una mujer que
ra, su voz desprovista de toda emo
eglo fue frío y clínico. Ximena viviría en un ala separada de la casa principal. Se som
ría el dinero. Quería l
ión, interpretando el papel de una mujer gentil y amable atrapada en una situación difícil. Le llevaba té, le preguntaba po
su naturaleza aparentemente suave. El cambio fue sutil al principio, luego innegable. Empezó a ver
Ximena anunció que
ión finalmente había desaparecido. Pensó que su pesadilla estaba a punto
equiv
vino a verla. No pod
quedarse con
de Sofía
lando, Santiago? E
. Sofía, por favor, entiende. Después de este niño, podremo
do a Ximena y a su hijo por encima de su propio
utir, antes de que pudiera grit
or encima del hombro-.
en la casa silenciosa, la promesa de su fu
su reciente chequeo habían llegado. Era una cita de rutina que había p
terminal. Su esperanza de
la oscuridad, tratando de procesar la sentencia de muerte que acababa de recibir, dos hombres con trajes neg
uando finalmente se detuvieron, la sacaron y la lan
a infancia la había dejado con un profundo miedo al agua. Se de
desvanecerse, una figura apareció a
l corazón, sintió una oleada
ro no era de preocupación. E
voz un silbido venenoso-. ¡Está embarazada de mi h
mplazada por una escalofriante comprensión.
protegerla del mundo. Ahora, él
esto a su
anla baj
l y negro. Sus pulmones gritaban por aire. Mientras luchaba, un recuerdo afloró: Santiago de
jadeando,
tud cruelmente fuera de lugar-. Cuando mis riñones fallaron y necesité un trasplante. Fue Ximen
me, tan audaz, que le r
fallecido porque no quería que él se sintiera en deuda con ella. La cirugía había comprometido su riñón
gua y la desesperación ahogánd
tono cambiando instantáneamente de
¿Dónde estás? No te pre
a Ximena, ilesa, deambulando por los terrenos. Su madre y su hermana esta
decisión. Él mi
ordenó, su voz
agua se mezclaba con las lágrimas que corrían por su rostro. Recordó otra vez, años atrás, cuando él se había a
ío calando profundamente en sus huesos, su cuerpo sacudido por escalo
ia deslizándose hacia la