LA REBELDE PRISIONERA DEL CRUEL ALFA
a por la policía por conducir en estado de ebriedad y, no contenta con eso, le di un puñetazo
¿acaso estás loca
pero me daba igual. Ya no tenía a nadie. Mi padre había muerto ha
r una buena vida, solo debes dejar que
y tú solo estorbas en ella
na madre para mí, o al menos lo había intentado du
s, me sentenció a ochenta horas de servicio comunita
Sé que podemos salir de
ía mal por todo lo que había pasado y sabía que
. Saldremos de esta
subimos al coche. Flora me consoló todo el camino a casa. No la
cargo de las hermanas y harás todo lo que te pidan. Sé que si ellas hablan bien de ti
y ella m
trañas? - l
cabeza, y una lágrim
. Por favor, cariño, déjame ayudarte. Le prometí a tu pad
vez que lo recordaba, un enorme nudo se me hacía en la ga
ien? - pre
con la
cupes, no volveré a cond
un mechón d
parecida a tu padre, terca, pero
le sonre
antarme - le dije
lví el abrazo. Tal vez la única solución par
.
s me explicó un poco lo que tenía que hacer, o más bien, me dijo en qué lugar tenía q
a poder irme a casa cuanto antes. Hacía mucho cal
yuda? - me preguntó
alguien lo veía ayudándome, me
gracias - le con
déjame ayuda
pillo de barrer de la
o -l e dije con
solo por tener dinero, pero aquí estás lim
yo no quería terminar en la cárcel por alguien como él. Seguí caminando hasta que estuve en el segundo piso del lu
a - dijo una siniest
olteé con rapidez; una anciana, de aspecto
onito - me dijo el
s atrás. y la m
ó ella mientras se tocaba un rar
es un poco extraña. Y al aparecer as
olví a retroceder, hasta que mi espa
as personas por su a
lo que ella me dijera m
lo visto las personas de aquí son bastante susceptibles - le dije. Y de i
a en el cuello y me lo ofreció. Y
á buena suerte, y yo te lo estoy regalando,
a guardé en mi bolsillo. P
ias -
aparté del balcón y bajé, no quería seguir hablando con esa ex
a no hacer el quehacer d
blanco, este tipo de
molestarme
leto que tenía guardado en
acaste eso? -
loca de allá arr
trecejo y despu
topado con la bruja, se dice que ella murió aquí, y
. Yo ya era muy grande como
la mierda
pezó
s brujas y el alma de esa anciana quedó vagando p
sta que vi a la anciana hablando con una de
idiota! -
me separé de él y fui al lugar d
muleto, y la verdad no creo q
ana me
en. Y menos uno como el que
vuelta y regresé al segundo piso, me acerqué al barandal de
niña, te lo puede dar el amuleto, solo deséa
a estaba allí sonriendo con el am
usted está hablando, así que por f
erte que yo salí casi volando del balcón. Miré el cielo azul, los rayos d
.
as mis fuerzas, nadé hacia la superficie, emergiendo con un jadeo angustiado. La brisa gélida de la playa azotaba mi rostro c
arena helada. Cerré los ojos con fuerza, intentando comprender lo que estaba sucediendo. ¿Si
gruñó algu
rme y grotesco, su aspecto recordaba a los vikingos de las series de tv, pero este no era para nada lindo. su mira
fierno? - pregunté con tem
n un gesto brusco, arrancó algo de mi cuello, y el collar horroroso pendía