La Élite - trilogía la Selección
norme vestíbulo del palacio, y yo no paraba
enta de que mi comportamiento era inaceptable. Como tutora principal de
de guardias que se movían por aquel espacio, aunque solo fuera porque a ellos se le
me habría puesto aún más nerviosa. Seguía sin poder entender por qué; despué
de las puertas de palacio. Yo no era la
uiero un comportamiento exquisito! Criado
e Kriss y Marlee por la puerta, todo se vino abajo. Sabía que ambas eran todavía unas niñas, y era evidente que sus padres las echaban d
ja. Ella también rompió filas, pero de un modo mucho más civilizado que Marlee. A los padres de Natalie y de Elise n
Ma
corriendo a mi encuentro, con papá y mamá tra
clamó, con un tono entre la admira
día ni verla, por la cantidad de
nos a las dos. Luego mamá, abandonando su habitual recato, se unió
era de Silvia, pero en aqu
ayáis venido... -dije por fi
o mucho que te hemos echado de menos -dijo p
verlos. Abracé a mi madre. Me sorprendía que estuviera tan callada. No me podía creer que aún no me hubiera
, cariño. Parec
iera instrucciones. En aquel momento, simplemente estaba conten
de May se posaban e
ijo ella, en
servaba desde detrás de la gran escalera. Sonreía, divertido
uso en pie in
, con un tono de a
cercó con la
e usted también, señora Singer -dijo, acercándose a mi madre,
s por la escena - añadió, señalando al suelo, dond
ueó la leng
nta que son la familia de Lady America -dijo. Yo estaba segura de que mam
ano, esperando que él se la est
asión de darte las g
hermana, ruborizándos
adado-. Gracias a ti conseguí mi primera cita con tu
una risita
s... de nad
tras la espalda y r
édense aquí un momento. Voy a hacer un breve anuncio al grupo. Y espero t
hayan
oz alta, y por el ligero movimiento que hizo con
padres le hicieron una reverencia cuando lo vieron acercarse. Me pregunté si Elise les habría dicho que lo hicieran o si simplemente eran así. Todos
blaban entre susurros con Kriss, mientras los padres de amba
parte? -me preguntó mamá en voz baja-. ¿Es porque le gritaste la
sp
má, discutimos b
ó con la boca abierta-. ¡B
di un rodillazo
nerse, pero la risa se abría paso en una serie de ruidos raros e incontenibles. Papá a
más pálida q
una broma. Dime que no
ir» fue la gota que colmó el vaso, y May, papá
á -fue todo lo
parecía que tenía mucho interés en conocer
plantan cara -apuntó papá una vez rec
do en secreto Aspen y yo, habían coincidido mi padre y él en la misma estancia? Al menos una docena. Quizá más. Y nunca me había preocupado que Aspen le gusta
uera un Uno, aunque pudiera mantenernos a todos, de pronto caí en la
lo. Pero yo sabía que no le gustaba cómo llevaban el país. ¿Y si hacía extensiva s
ltas a la cabeza, Maxon subió unos esca
no solo para celebrar el primer Halloween de Illéa desde hace décadas, sino también para que les podamos
allí. Y los caballeros pueden venir a fumarse un puro con mi padre y conmigo. Un mayordomo irá a buscarles, así que no teman; no se perderán.» Las doncellas les ac
se fue. Casi inmediatamente apa
venido a acompañarles a uste
quedarme con Amer
asignado una habitación tan bonita como la de
giró ha
al que tú. Aunque solo sea unos
e intimidad durante unos días. Bueno, ¿qué le iba a ha
os en la habitación, mis doncellas te
rte que al momento me
aprendido? -
l veces con su bata sucia de pintor, habría dicho que había nacido para ser un Uno
presidente Wallis fue el último líder de lo que era Estados Unidos, y que lu
asi
a un buen tipo, pero no pudo hacer gra
ún motivo, la historia del origen de nuestro país era algo que se transmitía oralmente. Había oído v
creó los Estados Americanos de China, y usó a los estadounidenses como mano de obra. Al final estos se rebelaron (no solo contra China, sino también contra Rusia, que intentaba hacerse con la mano de obra creada por China) y se uni
la Cuarta Guerra Mundial la gent
e castas. La mayoría no tenía gran cosa que ofrecer, y
mal humor. No es que no tuviera razón -el sistema de castas era injusto-, pero aquella visit
duciendo un poco en la diplomacia. Creo que dentro de poco tendremos que aplicar esos conocim
que se
casa con su familia. Maxon tiene que el
ntenta. ¿Crees que
gí de h
le gustas o no. Si le gustas, no tienes que pre
que tie
se de
de las do
ro tampoco me habría gustado hacerlo con mi madre. Y
le gusto
se
s estoy seguro
emana ha estado u
cipe. Habrá estado ocupado a
resión de que Maxon buscaba tiempo para est
pon
o todo lo que hay que saber de eso? ¿Y
a fascinante, pero al menos
as. Silvia, la mujer de abajo, es una especie de guía, de tutora. Intenta
, aparentemente cont
sonas de éxito, ¿sabes? Así que nos lo explica todo muy bien. Incluso... -me q
tienes que prometerme que no dir
queó la
madre, y los dos sabemos que no sabe guardar
imposible imaginarme a mi madre
í, pequeña -dijo, ro
nfesé en voz baja, comprobando que no hubiera nadie alrededor-. Están los li
s había tantos! Y también hay un ordena
cabeza, im
es, y el ordenador busca por todos l
Có
mirada y a escrutar toda la sala. Estaba segura de que papá no hablaría a nadie de la biblioteca
clus
ó sacar uno, so
nte! ¿Y qué leíste?
dí el
iarios personales
oca abierta y tardó un
es increíble
bre todo me interesaba descu
momento en mis palabras
upada, America? Es eviden
sentía com
que tie
secreta por aquí, en algún lugar? -dijo, mirand
por todas partes. No me extrañaría que, si giráramos
Entonces iré con mucho cuida
rías tardar. Tengo que llevarme a May pa
dré que ir para no acabar en alguna guarida secreta? -se preguntó en voz alta, extendiendo los brazos a modo de escudo
acudiendo la cabeza, y
que mi familia hubiera venido que casi no podía contenerme. Si Max
habitación y vi que la
que preguntaba M
descontrolaba -dijo Lucy. Las dos soltaron una risita -. Unas cuantas veces pude pasarle i
untillas. No qu
reguntó May, con su habitua
me moriría del dolor. No dejaba de pensar en cómo huir del palacio y volver con él, pero eso no iba a ocurrir
icio a una familia de Treses a cambio del dinero que necesitaban para pag
e su hijo estaba enamorado de Lucy, la v
entraba por ellas. Mi hermanita encajaba en el palacio a la perfección, con aquel vestido de día que le sentaba estupendamente, mientras estaba ahí, ha
ar enamorada?
untado nunca a mí? Luego recordé que nunca
ó una sonr
s que has encontrado algo sorprendente, y quieres que te dure toda la vida; y a partir
lencio. Tenía
s un mied
var y pensar demasiado e
! ¡Qué
untó, tocándose l
ién me solía hacer tren
encogiéndose de hombros-. No podíamos permitirn
s estés aquí, tú serás nuestra muñequita. Anne, M
deó la
icó. Luego se giró rápidamente hacia m
sita-. Pero ahora tenemos que pre
s de la emoción y se co
las trenzas, y se puso la cofia encima, para taparlo. Seguro
ted, señorita -dijo Lucy, entregá
onas de las que podía esperar noticias estaban ya conmigo. Abrí el sobre
er
á y May han ido a verte. Sé que Kenna está en una fase demasiado avanzada del embarazo como para viajar, y que Gerard es
sas. Nuestras posiciones pueden resultarnos muy útiles mutuamente. Si alguna vez vuelven a ofrecerte algún otro privilegio especial para
tus n
O
n por ascender de casta y que se conformaría con el éxito que tenía. Pero parecía que no. Metí la carta en el
vos. La vitalidad de May nos ponía de buen humor, y hasta me sorprendí a mí misma cantan
rvas que la reina, pero así vestida estaba igual de elegant
te hace ilusión i
s solo
Qu
un s
volver a ponerme pantalones
charlar en un rincón. La verdad es que Lacey se parecía mucho a su hermana. Físicamente, ambas eran delgadas, rubias y preciosas. Pero mientras que May y y
a vida de alguna de nosotras pudiera ser tan interesante como la suya. Yo estaba en un grupito, escuchando como
aciendo? ¡No puedes hacer eso, es
e ver esto!
oda la razón de censurar a May un comportamiento
la ventana y se
Mi
anos para expresarse mejor. La segunda era la de Maxon, que se detenía a pensar antes de responder. Caminaban lentamente, y a veces mi padre s
ascadas en su charla con la reina, y
sonrió y se la estrechó con ganas. Un momento después ambos parecían aliviados, y papá le dio una palmadita en el hombro. Aquello hizo que el chico se pusiera algo rígido. No estaba acostumbr
eso? -pregunt
ncogió d
ro parecía
es
ión similar con el padre de alguna otra de las