La Élite - trilogía la Selección
perdido! -se l
tás haciendo m
e daba la impresión de que lo hacía cada vez peor. ¡Por Dios, si aún estábamo
-exclamó-. Lo hago fatal. Lo mis
. A lo mejor con los
has tenido mucha paciencia conmigo, pero odio oírme
ás bien como si es
abía pedido que le diera clases, poco podía imagi
ero, eso sí
violín? El violín tiene u
cia mi escritorio, donde estaban los papeles que se suponía que teníamos que leer, apartad
olín es de palacio. Podrías tirársel
-. Voy a echarte de menos, America; no sé lo
iso, así que de momento no t
sé que estoy aquí porque le gusto al público. Ahora que la mayoría de las chicas se han ido, l
icara el motivo de la distancia que había puesto entre el
n? Lo de renunciar a
ncogió de
a del concurso, pero la verdad es que no quiero marcharme. Además,
tensa de
e qui
ra de triunfo, y la sonrisa que ocultaba
abía p
de otra me ponía tan celosa que no podía soportarlo. Y al momento, al compr
n y alabando los méritos de las otras chicas, pero er
esto, America? -me preguntó, c
dicho -le asegu
intentando conquistarte con todas sus fuerzas, y cada
s por Maxon iban volviéndose cada vez más profundos (más de lo que yo pen
y segura -dije. Confiab
ro para las dos q
de que había algo más, pero no me presionó. Fue casi r
té hecho para mí no quiere decir que Maxon no sea un t
tos de Maxon no fueran todo lo genuinos que parecían, miedo de l
, dejando la taza de té en el plato-, toda esa c
¿
abes..., mi dama de honor? Qui
ú serías la mía? -le pregunté, tendiénd
hermanas. ¿No
án. ¿Lo hará
nada del mundo -dijo, dando por sentado que
e con un Ocho miserable en un
d, como si estuviera segura
ea así. L
no habría otro Cuatro esperándola en su casa. Pero no quería presionarla. Estaba claro que las
lee había hecho que me cuestionara muchas de mis ac
stra señal secreta para indicar que queríamos vernos, y raramente nos negábamos. Pero esa noche él respondió con un gesto
era que necesitaba pensar unas
admirando el ceñido vestido verde que resaltaba de un modo asombroso mis pocas curvas. Sin decir palabra, pasé p
Aspen solía despertar en mí. Solo con mirar sus ojos, color esme
en los sentimientos que me despertaba, porque en el momento en que se cerró la puerta aparecieron mis doncellas, dispuestas
enía que escoger
ba a tomar una decisión que, en cualquier caso, en parte me destr