Te mereces todo mi amor
Autor: Ania Tepfer
GéneroModerno
Te mereces todo mi amor
En su vida anterior, las fotos de desnudos de Kathryn habían sido expuestas al mundo al día siguiente, por lo que Willard nunca tuvo la oportunidad de enviarle este brazalete.
Pero ahora que él le había dado un regalo, lo menos que ella podía hacer era encontrar una manera para expresarle su gratitud.
Pensando en esto, Kathryn decidió preparar algunos postres para Willard y visitarlo en la empresa.
Cuando ella se estaba lavando la cara para arreglarse, una sirvienta llamó a su puerta y le informó: "Disculpe, señora Ellsworth, su prima está aquí".
¿Caylee? ¡Había llegado justo a tiempo!
Con una mirada que haría temblar a cualquiera, Kathryn se cambió de ropa y bajó las escaleras.
Entretanto, Caylee, enfundada en un ceñido vestido azul cielo, estaba sentada en el sofá de la sala de estar y bebía una taza de café.
Todo lo que traía puesto era del mismo estilo que el de Kathryn, pues Caylee siempre se compraba las mismas cosas que ella.
Su razón era que le gustaba estar a la misma altura que ella, diciendo que ambas tenían un temperamento similar y que usar mismas prendas indicaba su buena relación.
No obstante, ahora Kathryn pensaba que su justificación era estúpida.
¡Caylee era una maldita mentirosa! ¡A ella solo le gustaba imitarla y quitarle lo que era suyo!
"¡Kathy!", al ver a su prima bajar las escaleras, Caylee se puso de pie rápidamente y se acercó para tomar su mano, "¿Estás bien?".
A pesar de la incomodidad que sentía, Kathryn no la apartó, en cambio, preguntó: "¿Qué estás haciendo aquí?".
En su vida pasada, Caylee también la visitó ese día, pues había venido a abrir una brecha entre ella y Willard. De hecho, se podría decir que la mujer había sido la principal causa de su infeliz matrimonio.
La intuición de Caylee le decía que hoy Kathryn estaba un poco extraña.
Pensando que tal vez su prima no estuviera demasiado drogada la noche anterior y hubiera escuchado la conversación entre ella y Philip, dijo tentativamente: "Anoche estabas bastante ebria, así que te envié a un hotel cercano. No sabía que te saliste en la madrugada hasta que llamé esta mañana. ¡Estaba tan preocupada por ti que por eso vine a verte!".
"Vaya, ¡no sabía que debía informarte cuando regresara a mi propia casa!".
Ante esto, Caylee se puso tan pálida como si hubiera visto un fantasma.
¿Sería posible que Kathryn hubiera escuchado algo anoche...?
No obstante, para no delatarse, al segundo siguiente ella fingió estar angustiada y continuó: "No, no quise decir eso, es solo que alguien te tomó fotos bailando en el bar y las difundió por todo Internet. Espero que Willard no se haya enfadado contigo, aunque, para ser honesta, no creo que haya sido tu culpa. ¡Willard fue demasiado lejos ayer! ¡Te dejó plantada el día de San Valentín! ¿Cómo pudo darte la espalda después de que te casaste con él? ¿Solo porque la familia Ellsworth es poderosa? ¡Ni siquiera puede compararse con Edmund! A diferencia de él, Edmund es encantador, gentil y...".
Entonces, Kathryn la interrumpió abruptamente: "Basta".
De repente, la amplia sonrisa en el rostro de Caylee se congeló: "¿Qué...? ¿Qué ocurre?".
Mirándola fijamente, Kathryn agregó: "Willard es mi marido, ¿entiendes? ¿Estás tratando de ponerme en su contra, calumniarlo a sus espaldas, o qué?".
En consecuencia, Caylee apenas pudo mantener la boca cerrada.
¿Su marido? ¿Desde cuándo Kathryn aceptaba a Willard como su esposo? ¿No se suponía que lo odiaba? ¿Era posible que se hubieran acostado anoche...?
"Pero yo solo quiero defenderte...".
Entrecerrando los ojos amenazadoramente, Kathryn volvió a hablar: "Este es un asunto entre mi marido y yo, así que por favor no te entrometas. Por cierto que me gustaría hacerte una pregunta, ¿conoces al hombre que se coló en la habitación en la que me estaba quedando anoche?".
"¿Qué? ¿Un hombre?", Caylee fingió estar sorprendida y frunció el ceño con indignación, "¿Viste cómo era? Yo cerré la puerta cuando me fui, ¡era imposible que alguien más entrara!".
Encogiéndose de hombros, Kathryn dijo con calma: "Pensé que tú habías ayudado a ese tipo a entrar".
El corazón de Caylee dio un vuelco y las palmas de sus manos sudaron por un instante, ¡casi había sido descubierta!
"Vamos, ¡no digas esas tonterías! Tú eres mi prima y te quiero muchísimo. ¿Cómo podría lastimarte?".
Mientras observaba la impecable actuación de Caylee, Kathryn se dio cuenta de por qué se convertiría en una actriz increíble. ¡Ella era verdaderamente buena fingiendo!
Pero si Kathryn la desenmascarara ahora, no sería tan divertido, así que decidió esperar.
"Okey, si dices que no lo hiciste, te creo. No dormí bien anoche, y por lo tanto, estoy demasiado agotada para seguir platicando. Discúlpame, pero necesito descansar. Norah, por favor acompaña a mi prima a la puerta".
En cuanto escuchó esto, la expresión de Caylee se volvió sombría.
¿Cómo que su prima no durmió bien? ¡Eso debía significar que había tenido sexo con Willard!
Apretando los puños, y con las uñas clavadas en las palmas de las manos, ella contuvo el resentimiento en su mirada y se obligó a sonreír.
"Me alegra que confíes en mí, Kathy. Y ya que estás tan cansada, lo mejor será que te deje dormir. ¡Nos vemos luego!".
De pie en su lugar, Kathryn la vio retroceder y sonrió con desdén.
¡Tenía mucho tiempo para castigar a esta hipócrita!
***
Tan pronto como estuvo a solas, Kathryn fue a la cocina a preparar algunos postres, los envolvió cuidadosamente y los llevó al Grupo Ellsworth.
Puesto que rara vez iba a la compañía de Willard después de que se casaron, ella le marcó por teléfono pero no tuvo éxito. Por lo tanto, no tuvo más remedio que llamar a su secretario, Marcus Walker, pidiéndole que no le dijera a su esposo que iría porque quería darle una sorpresa.