"La zona de guerra no es un lugar para tomar fotografías de paisajes, Sofía." Esa fue la última advertencia antes de que el mundo se me cayera encima.
Mi prometido, Alejandro, el hombre que me juró amor eterno, me engañaba con mi propia hermanastra, Camila, una desconocida para mí que resultó ser hija del primer amor de mi padre, abandonada como yo me sentía ahora.
Cada mensaje anónimo, cada foto y video íntimo de ellos, eran puñaladas que me dejaban sin aliento, presenciando su burla y el desprecio hacia mí.