Mole de Olla y Traición

Mole de Olla y Traición

Gavin

5.0
calificaciones
1
Vistas
26
Capítulo

El aroma a mole de olla llenaba nuestro departamento, un olor que antes era sinónimo de hogar, de amor, pero que ahora parecía irritar a Mateo, mi pareja de diez años. Estaba sirviendo la cena cuando su voz fría me golpeó: "Otra vez con esos olores tan fuertes, Sofía? Llego muerto de la chamba y la casa huele a fonda." Minutos después, su teléfono vibró, exponiendo un mensaje de una tal "Carla": "Extrañándote. ¿Cuándo nos vemos?". Carla, su ambiciosa compañera de trabajo. Y la fachada de nuestra vida perfecta se derrumbó. La traición me caló los huesos, pero el verdadero shock fue la audacia de su plan: no solo me engañaba, sino que había orquestado una cruel farsa para hacerme sentir que la "loca y celosa" era yo. Luego averigüé que su "verdadero amor" era una becaria, una "LunaEstrella8". Todo fue un juego retorcido para librarse de mí sin ensuciarse las manos. Mi dolor se transformó en una furia fría. Ya no era solo una infidelidad; era una humillación calculada. Pero él no sabía que la chef Sofía, la que le preparaba mole con amor, también sabía cocinar una venganza que él jamás olvidaría. Estaba a punto de descubrir que con la comida, y con las mujeres, no se juega, mi corazón se volvió de piedra.

Introducción

El aroma a mole de olla llenaba nuestro departamento, un olor que antes era sinónimo de hogar, de amor, pero que ahora parecía irritar a Mateo, mi pareja de diez años.

Estaba sirviendo la cena cuando su voz fría me golpeó: "Otra vez con esos olores tan fuertes, Sofía? Llego muerto de la chamba y la casa huele a fonda."

Minutos después, su teléfono vibró, exponiendo un mensaje de una tal "Carla": "Extrañándote. ¿Cuándo nos vemos?".

Carla, su ambiciosa compañera de trabajo.

Y la fachada de nuestra vida perfecta se derrumbó.

La traición me caló los huesos, pero el verdadero shock fue la audacia de su plan: no solo me engañaba, sino que había orquestado una cruel farsa para hacerme sentir que la "loca y celosa" era yo.

Luego averigüé que su "verdadero amor" era una becaria, una "LunaEstrella8".

Todo fue un juego retorcido para librarse de mí sin ensuciarse las manos.

Mi dolor se transformó en una furia fría.

Ya no era solo una infidelidad; era una humillación calculada.

Pero él no sabía que la chef Sofía, la que le preparaba mole con amor, también sabía cocinar una venganza que él jamás olvidaría.

Estaba a punto de descubrir que con la comida, y con las mujeres, no se juega, mi corazón se volvió de piedra.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
De Chica Pobre a Magnate

De Chica Pobre a Magnate

Cuentos

5.0

El aire denso y sofocante de la habitación de hotel barata me asfixiaba. Frente al espejo manchado, la joven de ojos vacíos que me devolvía la mirada era casi una extraña. Pero el montón de billetes en la mesita de noche era real, sucio, tangible. Cien mil pesos. El precio, me convencía, de la vida de Alejandro. Por él, todo valía la pena; incluso la pureza que había sacrificado. Con el corazón latiéndome entre la esperanza y el pánico, corrí al hospital, el olor familiar a antiséptico prometiendo un nuevo comienzo. Pero al doblar la esquina, risas. No, no risas de alivio, sino carcajadas burlonas; la voz de Valeria, mi detestable rival, seguida por la de Alejandro. "¿En serio te creíste que esa tonta iba a conseguir la lana?" , dijo Valeria. "Claro que sí, mi amor. Sofía es tan ingenua... Le monté el numerito del enfermo terminal y se lo tragó enterito. Ya debe estar vendiendo hasta el alma para juntar el dinero" , respondió Alejandro. El suelo bajo mis pies se derrumbó. Su enfermedad, nuestro amor, todo era una farsa cruel. Una elaborada venganza por una beca que yo gané con mi esfuerzo. "Cuando traiga el dinero, la grabaré... Será la humillación de su vida" , susurró Alejandro, su voz conspiradora. Ahogué un sollozo, el dolor físico y emocional era insoportable. Me habían golpeado, manipulado, usado para el entretenimiento de una audiencia cruel. ¿Por qué? ¿Por qué esta maldad? En medio de mi desesperación, el teléfono sonó. Una llamada de Londres. La inoportuna noticia de un abuelo al que creía muerto para mí. Pero en ese instante de quiebre, una idea. Una única y afilada oportunidad para escapar. Decidí que no me destruirían. Esta vez, se acabó la Sofía ingenua. Ahora solo quedaba una Sofía decidida a contraatacar. Y ellos, mis torturadores, pagarían.

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro