Mole de Olla y Traición
celebración, pero que últimamente parecía irritar a Mateo. Llevábamos diez años juntos, desde la universidad, y yo, Sofía, una chef q
hamba y la casa huele a fonda," dijo Mateo al entrar, arrojando su
vo, una impaciencia que se había vu
ndo que mi voz sonara alegre, ignorando la punzada en
. Solo quiero algo ráp
o. El vapor del mole me empañó las gafas. Ya no imp
eléfono, olvidado en la mesita de centro, vibró y se iluminó. Siempre lo dejaba por ahí, pero algo era diferente esta
i espalda. ¿Desde cuándo
a notificación. Un mensaje de una tal "Carla" . No necesité
te. ¿Cuándo
ajo. La joven y ambiciosa de la que a veces habla
n diez años de mi vida en una sola frase. El teléfono se
exactamente donde estaba y volví a la cocina, mi cuerpo moviéndose en piloto au
una toalla, yo estaba sirviendo el mole e
u tono un poco más suav
poder mirarl
primeras veces que le cociné este platillo. Sus ojos brillaban, me decía que mis manos hacían magia, que era la mejor ch
e convirtió en este extraño que compartía mi cama
debajo del dolor. No podía q
do las noticias en su tablet, tom
, ¿me prestas tu cel?
oídos. No sabía la contraseña, pero podía responder desde la pantalla de bloqueo. Con ded
ién e
ndo la respiración. La res
no arranca y estoy cerca de tu casa. ¿Puedo subir u
erca? ¿Qué tan cerca? Esto n
e sonó. Un sonido agudo y estridente que
¡Sofía, abre la puerta! Debe ser
a ella. Carla. Joven, bonita, con una sonrisa triunfante en los l
la pu
abajo, su sonrisa fla
o," dijo, con una v
oz más firme de lo que esperaba.
mostré la pantalla del teléfon
ca?" pregunté, arqueando un
ento, Mateo apar
no en mi mano y a su compañera en nuestra puerta. El rompecabezas
ara enfrentarlo, mi voz goteando s
res nos quedamos en silencio, un triángulo de traic
rece," balbuceó Mateo,
"¿Entonces qué es, Mateo? ¿Una junta de tra
rvino. "Mateo solo estaba siendo amab
Y por eso le escribes 'extrañándote' .
o. "Carla, creo que es mejor que t
etuve. "Quiero que me
, que Carla solo era una compañera necesitada. Pero sus ojos no podían ocultar la culpa. La relación, que yo había cuidado con tanto esmero durante una década, se es