Un matrimonio de conveniencia
el campo. No obstante, cuando llegó a casa esperando tener un poco de paz, se encontró
preguntó molesto. Nunca fue a muchas fiestas, so
no podía ni pensar. No solo se trataba de su piel, que fue destrozada por el fuego,
o abrió la puerta de golpe, perdió el equilibrio. Carolina soltó un grito y lueg
cordar que tenía el pie lastimado, por lo que te
o se disipó al verla llorar. Aunq
dose como un idiota. Si se encontrar
lla, poniéndole la
esar de que lloraba, parecía preocupada por él; no obstante, des
la ayudó a como le fue posible. Enseguida, l
uy alta", le pidió, y ell
tro se volvía tenso y él parecía sufrir. Bueno, la re
mano a la oreja,
os ruidos fue
bería haberlo dicho. Ahora la chica
de tema. La muchacha desvió la vista
ele ah
. ¿Por qué pisa
ncrédula y luego hizo
igente; pero, la verdad, lo he es
ecir con eso, mujer?".
hay momentos en los que pareces un poco incapaz. A lo mejor tengo que internarte", bromeó; sin embargo, a él
ningún in
ntentó apartarle la mano; desde
iendo un mohín con los la
s 'marcas de amor' que le había
se burló acercándola y
verle el gesto. En ese momento, Máximo recordó algo. Había pasado
Se apartó de su esposa, sacudiendo la ca
uieres
por el cabello,
ospital. Te traje a casa, ¡pero a
del hecho, tal vez porque se había distraído pensando en todas las cosas que él s
a. Su teléfono estaba muerto, así que
atrón?", preguntó D
cesito llama
anciana, sintiéndose culpable. Pensó que él lo haría, por tanto
o Máximo mientras llamaba al médico que le había ate
gustaría que viniera. Mi e
xclamó el médico. "Por supuesto. En cuanto ter
aci
on ojos almendrados y el cabello corto. Tambié
tor. Ella está e
de asombro cuando entró y su
un pantalón cómodo y una camisa holgada, lo que su espos
uedo mirarl
suficiente para evitar que el doc
sus manos en el tobillo de Carolina y dejó escapar un leve suspiro. A
tó, frunciendo el ceño. 'No se a
"No creo que se haya roto nada, pero sería bueno echar
acue
ina, sabiendo que eso significaba qu
yo. Sé que no le gusta sa
ando una sonrisa tensa, en la que
sta salir. Es mi mujer, por lo que sí, la llevar
la vista hacia la muchacha, lo
ro seguía siendo su esposa y aquel miserable deseaba mucho más que una simple relación médico-paciente con ella.
estó Claudio, con la sonrisa tensa.
ó con dureza. "Ya está bastante
güenza, y Máximo se dirigió a
or Claudio a la salida. Yo m
bía que solo marcaba territorio. Sonrió para
, por f
te, Carolina permaneció en silencio y un poco confundida. Al principio, los
ió haci
cándose y le tomó el cabello por detrás para o