icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Capítulo 10
Doctor
Palabras:1308    |    Actualizado en: 13/04/2023

Máximo había tenido un día agotador. Le tocó trabajar duro y almorzar con los demás en el campo. No obstante, cuando llegó a casa esperando tener un poco de paz, se encontró con que Carolina estaba escuchando música tan alta que podía oírla desde el primer piso.

"¿Qué carajo tiene esa mujer en la cabeza?", se preguntó molesto. Nunca fue a muchas fiestas, solo iba a las que eran obligatorias. "¡Carolina!".

Sintiéndose mareado, subió las escaleras. El ruido le resultaba tan ensordecedor que no podía ni pensar. No solo se trataba de su piel, que fue destrozada por el fuego, sino que también se volvió hipersensible a los ruidos fuertes en el oído afectado.

Con el pulso acelerado y la vista borrosa, consiguió llegar a la habitación. Como abrió la puerta de golpe, perdió el equilibrio. Carolina soltó un grito y luego abrió mucho los ojos cuando lo encontró tendido en el suelo. Apagó la música.

"¡Máximo!", dijo y se levantó de la cama, sin recordar que tenía el pie lastimado, por lo que terminó gritando de dolor al caer también al piso.

En ese momento, la rabia de Máximo se disipó al verla llorar. Aunque seguía mareado, se le acercó.

"¿Estás bien?", le preguntó, sintiéndose como un idiota. Si se encontrara bien, no estaría llorando, ¿verdad?

"¿Y tú?", murmuró ella, poniéndole la mano en la mejilla.

El chico se cubrió la cara con la mano y la miró a los ojos. A pesar de que lloraba, parecía preocupada por él; no obstante, descartó esa idea enseguida. ¿Por qué carajo se interesaría en él?

Máximo se incorporó, todavía algo aturdido, y la ayudó a como le fue posible. Enseguida, la dejó sobre la cama y tomó asiento a su lado.

"No pongas... la música muy alta", le pidió, y ella lo miró con extrañeza.

"¿Te hace daño?", inquirió mientras notaba que su rostro se volvía tenso y él parecía sufrir. Bueno, la respuesta era obvia, si hasta cayó al piso, ¡por Dios!

Máximo se llevó la mano a la oreja, junto a la máscara.

"No soporto los ruidos fuertes", dijo.

Entonces se dio cuenta de que no debería haberlo dicho. Ahora la chica conocía uno de sus puntos débiles.

"¿Cómo está tu pie?", habló cambiando de tema. La muchacha desvió la vista hacia la zona que comenzó a palpitar.

"Me duele ahora".

"Eres una tonta. ¿Por qué pisaste el suelo?".

Se lo quedó mirando incrédula y luego hizo una mueca sarcástica.

"Escuché que eras un hombre inteligente; pero, la verdad, lo he estado dudando en los últimos días".

"¿Qué... qué quieres decir con eso, mujer?". Se levantó, furioso.

"Bueno, tú eres la que está haciendo suposiciones estúpidas aquí. No sé qué pasa por esa cabecita tuya, pero hay momentos en los que pareces un poco incapaz. A lo mejor tengo que internarte", bromeó; sin embargo, a él no le pareció gracioso. Máximo sujetó a Carolina por la barbilla, con un poco más de fuerza de la necesaria.

"¡No soy ningún incapaz!".

La chica entrecerró los ojos e intentó apartarle la mano; desde luego, él ni siquiera se movió.

"¡Suéltame!", exigió, haciendo un mohín con los labios. "¡Eres un animal!".

La miró de arriba abajo y vio las 'marcas de amor' que le había dejado en el cuello y el pecho.

"Como si no te gustara", se burló acercándola y sonriendo con picardía.

Los ojos de la muchacha se dirigieron a sus labios antes de devolverle el gesto. En ese momento, Máximo recordó algo. Había pasado el día pensando en alguna cosa, aunque no supo de qué se trataba.

"¡Carolina, todavía no vas al médico!". Se apartó de su esposa, sacudiendo la cabeza, quien lo miró con el ceño fruncido.

"¿Qué quieres decir?".

Se pasó las manos por el cabello, con frustración.

"Te hiciste daño y no fuiste al hospital. Te traje a casa, ¡pero aún no te ha visto ningún médico!".

Maldijo para sí mismo y abandonó el dormitorio. La chica ni siquiera se dio cuenta del hecho, tal vez porque se había distraído pensando en todas las cosas que él sabía hacer. ¡Hasta subió el volumen de la música para intentar despejar la mente!

Máximo bajó las escaleras a toda prisa. Su teléfono estaba muerto, así que fue al despacho a hacer la llamada.

"¿Está todo bien, patrón?", preguntó Dolores preocupada.

"Sí, solo necesito llamar al médico".

"¡Ay, señor! Lo lamento, me olvidé por completo", respondió la anciana, sintiéndose culpable. Pensó que él lo haría, por tanto no le dio importancia; ahora se daba cuenta de que no fue así.

"No pasa nada. Era mi responsabilidad, Dolores", dijo Máximo mientras llamaba al médico que le había atendido anteriormente en la finca, cuando se aislaba.

"Hola, doctor Claudio. Me gustaría que viniera. Mi esposa se lastimó el pie".

"¿Se casó? ¡Felicidades por su matrimonio!", exclamó el médico. "Por supuesto. En cuanto termine con un paciente aquí, voy para la finca".

"Gracias".

Este llegó en menos de una hora. Era moreno, con ojos almendrados y el cabello corto. También, al menos cuatro dedos más bajo que Máximo.

"Bienvenido, doctor. Ella está en el dormitorio".

La cara del doctor se llenó de asombro cuando entró y sus ojos se fijaron Carolina.

"¡Hola!", lo saludó ella con cordialidad. Se había puesto un pantalón cómodo y una camisa holgada, lo que su esposo consideró conveniente, ya que no le acentuaba el cuerpo.

'¡Solo yo puedo mirarla!', pensó.

Sin embargo, al parecer eso no era suficiente para evitar que el doctor se sintiera seducido por ella.

Máximo no se dio cuenta de nada hasta el momento en que el médico puso sus manos en el tobillo de Carolina y dejó escapar un leve suspiro. Aunque fuera un profesional, su comportamiento le pareció inaceptable.

"¿Va todo bien, doctor?", preguntó, frunciendo el ceño. 'No se atrevería', habló para sí mismo.

"Sí, sí", respondió, enseguida se aclaró la garganta. "No creo que se haya roto nada, pero sería bueno echar un vistazo en el hospital y hacerle una radiografía".

"De acuerdo".

Máximo fulminó con la mirada a Carolina, sabiendo que eso significaba que tendría que ir al pueblo otra vez.

"Si quiere, puedo llevarla yo. Sé que no le gusta salir", se ofreció el médico.

Máximo lo miró con severidad, forzando una sonrisa tensa, en la que Carolina percibió cierto peligro.

"Yo cuidaré de mi esposa. No importa si no me gusta salir. Es mi mujer, por lo que sí, la llevaré yo mismo a los exámenes que sean necesarios".

El médico tragó saliva y dirigió la vista hacia la muchacha, lo que irritó aún más a su esposo.

'¡Hijo de puta!', pensó con la ira sintiéndose como lava en sus venas. Tal vez no se hubieran casado por amor, pero seguía siendo su esposa y aquel miserable deseaba mucho más que una simple relación médico-paciente con ella. Máximo había vivido lo suficiente, por tanto conocía a perfección lo que pasaba por la mente del maldito hombre.

"Por supuesto, señor Castillo", contestó Claudio, con la sonrisa tensa. "Bueno, ¿quiere que nos vayamos ya?".

"Iremos por la mañana", respondió con dureza. "Ya está bastante cansada. La llevaré al amanecer".

"De acuerdo", aceptó el sinvergüenza, y Máximo se dirigió a la puerta, llamando a Dolores.

"Por favor, acompaña al doctor Claudio a la salida. Yo me quedaré aquí con mi mujer".

Como la anciana conocía bien a su patrón, sabía que solo marcaba territorio. Sonrió para sí y asintió, volviéndose hacia el invitado.

"Sígame, por favor".

En cuanto el médico se marchó, Máximo cerró la puerta con rabia. Por su parte, Carolina permaneció en silencio y un poco confundida. Al principio, los dos parecían cercanos, casi amigos; luego su esposo enfureció sin razones.

Se volvió hacia ella.

"¡Ese hijo de puta atrevido!", refunfuñó, acercándose y le tomó el cabello por detrás para obligarla a mirarlo. "¿Te parecía atractivo?".

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 Cásate2 Capítulo 2 Noche de bodas3 Capítulo 3 Exigir explicaciones4 Capítulo 4 De descanso5 Capítulo 5 Se fue6 Capítulo 6 Lesionada7 Capítulo 7 Lo quiero8 Capítulo 8 Vibrador9 Capítulo 9 Lo volvió a hacer10 Capítulo 10 Doctor11 Capítulo 11 Mi mujer12 Capítulo 12 No te traicionaré13 Capítulo 13 La amaba14 Capítulo 14 Ansioso15 Capítulo 15 Visitar al médico16 Capítulo 16 Por poco la pierde17 Capítulo 17 Confía en mí18 Capítulo 18 Cuidarlo19 Capítulo 19 La familia Castillo20 Capítulo 20 Te ves más sensual que nunca21 Capítulo 21 No puedo soportarlo22 Capítulo 22 La fiesta23 Capítulo 23 Malentendido24 Capítulo 24 Encuentro25 Capítulo 25 Una distracción26 Capítulo 26 Ella golpeó al alcalde27 Capítulo 27 Seremos padres28 Capítulo 28 Confía en mí29 Capítulo 29 Engañada30 Capítulo 30 Máximo regresó31 Capítulo 31 Va por buen camino32 Capítulo 32 Otra vez33 Capítulo 33 El chisme del pueblo34 Capítulo 34 Nueva etapa35 Capítulo 35 Cenar con los pequeños36 Capítulo 36 Vas a apestar37 Capítulo 37 Esto es un error38 Capítulo 38 Los papeles de divorcio39 Capítulo 39 Buscar a Carolina40 Capítulo 40 Sí41 Capítulo 41 En la clínica42 Capítulo 42 Fuera de mi camino43 Capítulo 43 Ayúdame44 Capítulo 44 Decisiones45 Capítulo 45 Decidido46 Capítulo 46 Casi47 Capítulo 47 Mi hijo48 Capítulo 48 Recuperación49 Capítulo 49 Bernardo50 Capítulo 50 La llamada51 Capítulo 51 Videollamada52 Capítulo 52 Mío53 Capítulo 53 Juego limpio54 Capítulo 54 Aceptas55 Capítulo 55 Pequeño error56 Capítulo 56 Conspiración57 Capítulo 57 Juntos58 Capítulo 58 Un príncipe59 Capítulo 59 Atractivo60 Capítulo 60 Recuerda61 Capítulo 61 Gala62 Capítulo 62 Gala 263 Capítulo 63 Contrólala64 Capítulo 64 Sí65 Capítulo 65 Cómo está ella66 Capítulo 66 Revelaciones67 Capítulo 67 Secretos68 Capítulo 68 Regresar a casa69 Capítulo 69 Un momento importante70 Capítulo 70 Él se puso extraño71 Capítulo 71 Salir del hospital72 Capítulo 72 Disimulado73 Capítulo 73 Ayudar74 Capítulo 74 Otra vez75 Capítulo 75 Té de la tarde76 Capítulo 76 Recuerdos77 Capítulo 77 Estresada78 Capítulo 78 Encuentro79 Capítulo 79 Viajar80 Capítulo 80 Me crees81 Capítulo 81 Qué quiere ella82 Capítulo 82 Resuelto83 Capítulo 83 Cartas sobre la mesa84 Capítulo 84 Desaparecida85 Capítulo 85 Compromiso86 Capítulo 86 Compromiso II87 Capítulo 87 Un paseo por el museo88 Capítulo 88 El resultado de la prueba de embarazo89 Capítulo 89 Los preparativos de la boda90 Capítulo 90 La boda91 Capítulo 91 Muéstrame tu celular ahora mismo92 Capítulo 92 De regreso a la finca93 Capítulo 93 Emilia94 Capítulo 94 Cómo sucedió95 Capítulo 95 La verdad96 Capítulo 96 Seguir la tradición97 Capítulo 97 Respira hondo98 Capítulo 98 En el hospital99 Capítulo 99 Traición100 Capítulo 100 Mantener las apariencias