Esposa Virgen
camina a toda prisa para llegar al lugar de encuentro con su amant
tos y esto hace que su corazón palpite aún más rápido dentro de su pecho ya que imagina que la persona que la está esperando pudo marcharse al creer
jer cuando apretó el lazo de su abrigo
rmeza para no resbalar y caer. Siempre que se iba a ver con él dejaba su auto a unas cuadras lejos del
un poco y feliz se dirigió a abrir las puertas corredizas de cristal y ver al
o y como respuesta le entregó una sonrisa igual de grande como el de ella y esto hizo que el corazón de la joven rebose aún más de alegría. Los ojos masculinos devoraro
res y la acercó a él embriagando a la chica con
dio un beso en los labios de manera amorosa - pensé
dejar de mirar esos ojos miel
mos hoy cómo lo hacemos siempre los miércoles – le acarició el r
se sentará quedando en una parte apartada en la cafetería. Ello
ó con paciencia a ser atendidos cuand
aba a sus labios sin dejar de observar aquellos labios rojos y carnosos - muero por estar con
chorritos de cabello a los lados de sus orejas que la hacía ver tan bella y j
co me deja ir. Sin embargo, el sábado se cumple el tiempo para que yo recupere mi libertad. Así que esperemos hasta el sábado y de ahí en adelante tomaremos nuestro ca
as que pasaba su mano por la nuca de la joven y nuevamente se
el divorcio- dijo ella convencida que era lo mejor- a
esitaba casada para poder sacar el mejor provecho de la casa
élico plan - y ya el sábado cuando él venga tú ya no estarás
dio un vuelco de solo imaginar a su espos
nsativa y con cierto dolor en su pecho al pensar e
oírla y se inclinó
con él ese mismo viernes. Ellos dos huirían para hacer su vid
to sonriendo al recordar lo
e un espejismo que solo me ha odiado desde el mismo momento que nos casa
ia. Debía ser Magola la mujer que siempre cuidaba su casa. Lo más seguro
sión que era de su padre y que al momento de morir dejó como albacea a su flamante esposo ya que ella aún era menor
abrió la puerta y fue cuando ella vio en el garaje e
ue están resecos debido a los ner
ra solo los sábados para alguna cena de negocio y se marcha el domingo en la madrugada. Po
que bañaba la parte superior de sus labios,
con miedo metió la mano en su bols
ja con
si ahogándose c
y no quiero que mi esposa muera debi
e de su boca. Un aire que ella no sabía que tenía cont
epente se abrió dejando ver unos hermosos oj
sposa virgen!- exclamó el hombre con