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Esposa Virgen

Capítulo 4 Adara, la secretaria

Palabras:1463    |    Actualizado en: 15/02/2023

nes en su febril mente hizo que una punzada en su parte intima la golpeara con fuerza haciéndola reconocer que aún seguían en ella esas inmensas ganas de tener una

el cabello suelto y este caía como una cascada de agua sobre sus hombros y relucía de manera poderosa. Sus ojos

mante a su casa, sin embargo, este nunca le prestó atención y la

rgura en el último escalón de la hermosa escalera de madera

la miro c

la mujer unos pocos años mayor que ella— si él me mand

imularlo terminó de bajar la es

lescente, pero ahora soy toda una mujer— le recrimina con odio a la mujer que s

iba abajo incomodand

a— dijo la secretaria— aun sigues

nción. Ella la estaba acusando de alg

r?— dijo frunciendo el ceño molesta con l

servó y tor

mirarla a los ojos— pero no has podido tener su amor. Ese amor solo le pertenece a la mujer que él realmen

só con un hombre que estaba comprometido, pero jamás lo compró. Eleora sintió que todo le daba vueltas

io por agarrarse a la esca

on su familia por tu culpa y tu maldito capricho. Ya es hora de que le des lo que él tanto quiere de ti y de tu f

a y supo que él estaba a su lado cuando el agradable aroma de su loc

hó saludar a su amante

brillo en los ojos— me dijiste que tenías algo urgen

de los dos, pero la mano fuerte y po

u joven esposa que aún se encuentra en shock por el descubrimiento del tra

abeza la pregunta que él le hace. Su mente en

á debido al documento que él le exigió? ¿Cómo h

no escuchaba nada entre los amantes porque ella estaba e

ndola de su pensamientos y tomando

ojos. Quería saber porque él la odiaba tanto y sobr

la observa con curiosidad— lo siento me dis

to de desagrado al ver e

mirando a Elián con furia— me parece totalmente ridículo

. No había escuchado lo que le preguntó su esposo, pero con solo

uerdo— dijo la joven con una sonrisa

rió muy complacido y

bía logrado algo muy fácil — viajamos el sábado a Atenas en la madrugada. A

aquello se lle

do irme a Atenas, allí está su familia y estos

viaje, no después de hacer la fiesta que ti

o a la joven y luego

eocupado por su esposa

ndo de arreglar su metedura de pata— además

nció e

ría de vértigo y ahora que lo pensaba no sabía nada de ella. Todo este tiempo s

accidente hace dos años

le hubieran dado un g

unca se lo notificaron. Siempre pagaba bie

án con la voz cansina— por aho

e y vio su mal genio

esta— dijo y miró a la secre

alló con fastid

ecibo órdenes de Elián Vasileiou — le d

o de su mujer— ella es Eleora Vasileiou, mi esposa y

uno y luego al o

burla en su voz— veamos cuanto ella sabe llevar ese ap

vantó y mir

sunto— le dijo a Adara y esta se levantó

perpleja al oírlos disc

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