RESURRECCION: El Misterio de Victoria. LIBRO II
mente era una propiedad impresionante, aquello se suponía como una fachada que ocultaba muchos secret
ra una mezcla de estilos; y que tenía poco más de cuatrocientos cincuenta años de antigüedad, plática que hizo que yo abandonara por un momento
an ocurrido muertes extrañas en su
-. De repente el murmullo de una voz pronunciando mi nombre me sacó de golpe de mis pensamientos. Giré y vi que era mi papá el que me llamaba. No me moví, me quedé ahí parada sin hacer caso a sus llamados, por lo
o mi padre cuando ya era corta
a de la institución -esta extendió su mano hacia la mía y en act
ndo con los alrededores -no contesté nada ante su bienvenida, preferí volverme a sumergir en
a: "despedida," se me nublaron los sentidos. Mi papá muy pronto se marcharía, dejándome sola en este lugar donde no conocía a nadie. No sé cómo las lágrimas ha
abios. No quería mirar a mi padre, me daba rabia sentir qu
os, pero créeme, quiero lo mejor para ti. El tío Gustavo y Andrea te cuidarán como una hija más mientras estés aquí-. Aquellas palabras fueron dagas c
con él con quien yo quería estar. De pronto el valor que tanto d
onas extrañas? Por muy familia nuestra que ellos sean, los veo como a unos desconocidos -mi padre se que
avo no es ni
erá mi tío abuelo,
madre le hubiese gustado la idea de traerte a Canadá. Para cuando naciste ese había sido nuestro plan, establecernos en este país, pero la vida tenía otr
e había palidecido por la impresión de mi repentina declaración. Era más fácil para él manejar una discusión, pero esto se le estaba escapando de las manos, así que su reacción fue quedarse inmóvil y con la mirada perturbada. Había dolor en sus ojos, eso lo pude ver, aun así, su actitud me confundía. ¿Por qué no reaccionaba?
l llanto. Por un instante quiso hacer el intento de decirme algo, no obstante, sus palabras no llegaron
palda a mi padre, si él había edificado una pared entre nosotros matando toda esperanza de acercarnos
imos. Estoy lista
pasillo largo sin mirar atrás, ignorando totalmente a mi padre, hasta que nos a
fecto del hombre que me había dado la vida. Solamente me quedaba conf