A CUESTAS CON MI MADRE
ITU
TA DE L
s euros de tacón vertiginoso y joyas de diamantes en muñecas y cuello. Su visón negro le confería un aura de elegancia, que ella dominaba como nadie. La entrada fue
a mamá de Martín, ¿Cómo va todo por aquí?-Preguntó sin interés sincero algun
rla,-se presentó fingiendo una s
n majo mi niño ¿verdad?...-se presentó prod
or que la reunión túngida que me dieron un día los cuat
osas tan agobiantes…entre fiestas y actos sociales, me agoto…es que ya soy mayor
, que se abatirían sobre los que no quisieran la casa, la vaca, y el río…Magdalena que lo tenía ya todo en la vida la miró c
as cultas, que sepan gobernar
on de un rebeldeee…yo no me puedo quejar de mi Martín ¿eh?,
a le pasa parecido, no logro que se
de casarse con Sofía, una chica monísima, que es de buena familia, ya sabes
i Marla, está hecha un donut de chocolate, y no adelgaza ni a
-que así no comete pecados lujuriosos que le evitar
con Babilonia y la casa, la vaca y el rí
, comérsela
La miró aterrada, ante la idea de tener que man
selo cuando
on la
e beba el río y se coma la v
te hija, me parece po
tilín los lujos y los halagos, es a lo que está acost
a tós, ha traído las “Dormid” y
tas? Me das miedo hija-le re
anto, pero si caes, es dificilísimo salir, te atrapa como una planta carnívora. -Ana que
mete túngida, que estos no salen del “Salón del Cielo” en toda la semana…j
do las infantiles ilustraciones que aparecían y que le recordaron los cuentos para niños de su infancia y las palabras dejaron de entrar
ahora les proponemos un viajecit
cuestas con sus madres, se iba convirtiendo en mítica. Incluso Jon se unía a ellos, pues temía que su madre una mujer terrible, acabase viviendo con él, que disfrutaba de un Loft
ido pasar la primera fase del plan, jun
tres con “La Marciala” nos hunden en la miseria. ¿Os imaginá
maginarlas con las revistas “Dormid” y metiéndoles ideas
e. –Se rebeló Ana que ya se veía sumida en un salón del ci
un autobús antes de que
anarles la partida…¿Qué os parec
ida odia a los católicos, es
ces ¿a
ida y tienen unos edificios lujosísimos, viven en
lejos y muy ca
ito entre los
en pero creo que sería contra
plique mejor los mortale
túngida, es mejor enviarlas a un sitio neutral,
ene sen
como…-se pasó la mano por la
ácer
qué Cáceres?-Pregun
romanos en el circo, y si La Marciala es anticatólica…y ade
rso las lleve, aunque sea a costa de perder su
típicos de madres típicas. Jon llegó con una nueva remesa de cafés y les invitó a esta segunda ronda, para tratar de ganarse su entrada en el club antimadre…era tanto el terror que
del Inserso Marla…y yo me encargo de ver cómo
mía que a “La Marciala” no se le
ta, adormeció a las tres madres restantes y estas c
de típicos tópicos, de que no nos busquen más novios o novia
e enviarlas lejos sin que nos dejen siquiera instrucciones…-prof
abajo, esperaron con ansiedad la llegada de la hora de descanso en que bajaban a la carrera a la cafetería
os, por los que tanto se han sacrificado...y por los que han tenido que abandonar tantos proyectos...ligue
ellos no lo tienen...ja ja ja ja mira que son ingenuas...ellos llaman a La Felisa y quedan para follar como locos. Después llegan a casa y e
ió ser todo un don Juan.
..pero todos son iguales tí
tremendo en un portal. Se metió con ella en él, y desde entonces le sometí a un seguimiento regular. Ja ja ja -r
enda que te compre! Que
estas cuatro madres...je je me da un morbooo
ntes Marla-es ir al Inserso y ver cómo
e los túngidos tienen una reunión en
arlo mejor, que de no haberla se
hay...no lo
uen destino, con eso será suficiente para que nos lleven la c
tras del viaje de las cuatro comadres y Ma
onsistencia en su carácter, quizás por esa razón cuando algu
..-ironizó con cierto gr
a atrás...-dijo Antonio, que veía como máximo
aletarga...ja ja ja no os imagináis como es mi madre, si no iba al salón del cielo, m
..-pensó Ana que veía a las cuatro como
os a fondo y disfrutarán buscándonos novias a todos, que según dicen debemos sentar la cabeza y tener a la parej
eee. No, no yo me niego, que tengo otros placeres en mi v
endrá la casa, la vaca y el río...que ahí es
da cortó las risas de sus tres am
ha vuelto a llevar al salón del cielo “La Mar
asa, hasta que abandone a mis a
na pálida máscara y se echó a llo
rá, será una pataleta de las que cogen la
no...no sé
hable más que ya pensaremos como es
a madre como la suya le hacía alguna faena a una amiga suya. Era m
ligro el viaje de las c
mejorará la calidad de sus típicos tópicos. -Martín que ya se consideraba todo un
e hacer compras que sino s
engo de todo en casa, hamburguesas, Pan, Leche, huevos, zumos y
la cabeza Ana-
con nuestras vidas, si no hacemos algo...hasta hablo ya c
cos, Ana te espero a la salida para que te vengas a ca
de todo menos ordenada. Tanto decir tonterías y tenía la cas
so el día tras ella. Deja los zapatos en cualquier lugar, el abrigo en la cama sin hacer, es u
charrería. Dando voces y repartiendo órdenes a diestro y siniestro. Cuando vio que Ana
que venía tu amiga para ordenar est
manga por hombro ¡ja!, ¡c
do años de vida esta niña, y no consigo que s eme case ni
abra de la mamá de Marla, era como
sobre una cama de cabecero tallado en madera, que había conocido mejores tiempos. Ana que no le tenía miedo al trabajo pen
...eres ordenadita y majetona como u
n entraba en liza. En medio día la casa comenzó a brillar y el orden, que a