No te pertenezco Morgan
e que él se hubiese escondido por años. Tragué saliva pesadamente, inte
eglárselas sola —sonreí
isa cautivadora. De manera instantánea sentí mi respiración rees
jeo era parte de
a, pude sentir que mi rostro aumentó
pero te enseñaré a tratar a una muj
, pero después tomó un aura de divers
? —dijo con intención, haciend
erraban en las palmas de mi mano. Casi
a? —respondí, ajena a lo que A
sonrisa decorando su rostro, por alguna razó
puntos ser tan vulgar —dijo e
a uno de sus dientes, pero Alexander colocó una man
uitarle la sonrisa
norme paciencia finalmente se había agotado. Dejé de force
es ahora? —preguntó d
parecía complacido por lograr
r a un viejo amigo? —di
mos amigos —co
ción. Alexander siempre había estado predispuesto a actuar de manera dócil ante mi mal temperamento, aquello era la
, vengo a arreglar un asunto que he
ldas frente a mí, para en
o si quieres mantenerte así, es mejor q
me hacía suponer que ese tipo había hecho algo terrible en el pas
boca —respondió el castaño—, correr detrás de su falda f
vez más confundida. Muchas preguntas comenzaron a bombardear mi cabeza, cuestionándome quié
antes —dijo Alexander—, ¿qué te hac
a carta a
ntina confianza de Alexander, a decir verda
ó mi novio con autoridad en su voz—,
sta que yo lo decida —di
o, pero cuando lo sentí materializarse detrás de mí pude apreciar todo en cámara lenta; escuché los latidos de mi co
petulante—, daremos un paseo mientras
bedecer al tipo con el arma. Alexander palideció cuando el castaño me jaló a
mí, a ella
a suceder. Pensé en qué explicación le podría dar a mi padre si ac
rata de ti. Además —dijo posando su mirada s
amos por una daga. No era la primera vez que veíamos un objeto de ese tipo, además est
idiota
el brillo de diversión en su mirada—,
consecuencias de mis actos, no pensé antes de
eté, a sabiendas de que si nos m
slizó hasta mi nuca. Sus dedos se envolvieron en mi cabello jalándome de manera
ijo de manera desafiante, inst
fue posible, no quería demostrar debilidad con
r—, dime qué es lo que q
nte. Parecía demasiado evidente que sólo quería asustarno
ección —sonrió
ra volverme a sostener contra su pecho. Cerré los ojos maldiciendo el tiempo que había per
s, Baker —dijo Alexander a
a identificado como Baker—, quiero respuestas. Quiero v
aria, aquel resentimiento no parecía provenir de un problema de negocios. No quería acepta
ijo desviando
cisión de Alexander. Estaba molesta con mis padres, e inclusive
mismo y sin compañía indeseable. Sin t
recelo, la desconfianz
mas, considé
soltó, no me moví para evitar al
un pelo de su preciosa cabez
sólo debíamos seguir las instrucciones si deseábamos salir ilesos de
Baker—. Acércate un paso
strado, no había much
do, Claris
ema en el que se encontraba y entendía su aflicción. No era para