No te pertenezco Morgan

horas el sueño me comenzó a vencer. No quería quedarme dormida porque sabía que debí

pasado? —dijo el co

hora, Finn. No te qu

cuido de Baker, el nombre del

quitándose la capuch

mbinaba con sus ojos azules y rasgos afilados. La única imperfección en su rostro era la cicatriz que se encontraba en

nsulté mentalmente por ello, pero traté de excusarme con el hecho de que

dormir, eh? —dij

eguntas obvias me resultaban irritantes. Él movió su mano al asiento del copiloto en

cionar ya estaba atada y amordazada. Mis brazos y parte del torso estaban rodeados por la

frío, muñeca —dijo

as y que se dificultara mi respiración, por lo cual pude deduc

un secuestro —se quejó el rubio—, ade

as cansado? Huirá si

de aquello. Pensé en que tal vez dormir era la mejor idea, después de todo no ten

os pendientes con ese chico, él siempre sabía

ta sacudida fue lo que me despertó, abrí los ojos intentando enf

susurro—, no querrás qu

tábamos en el muelle de nuevo. El rubio miró el ama

rlo, ¿prometes no h

sentir. Finn deshizo el nudo en mis muñecas, había cambiado la forma en q

reció, salí del auto como pude y al darme vuelta pude ver a Baker acercándose h

o tiempo tardabas en ahogarte

ar el no poder decirle lo que se merecía. Observé mis manos y caí en

algo —logré decir a pesar de

aba escucharte —

n idiot

idar tus pal

la molestia creciera, me

blas si no quieres mi rodilla

oca o entregaré a una

as órdenes

a seguir con la discusión verbal. El ruido de un auto se escuchó

lton —dijo Baker s

evelando la figura de mi padre, tomándome por sorpresa el hecho

i padre mientras encaraba

ara impedir que escapara, suspiré

on todos por a

ese detalle. Baker había dicho que no quería trampas, conociendo a m

estó el alguacil vestido con ropa ca

refuerzos —dijo Bake

día haber llevado a otras personas por seguridad, pero el hecho de que el al

jes libre —respondió Ale

ntimidado por ellos, in

to es un intercambio

ecesitas —dijo mi padr

s ambas manos. Perdió orgullo al arrebatarle el maletín de las m

la mirada ensombrecida,

e encendieron nuevamente y pude notar la manera e

la mano en dirección al padre de Alexander—, el

ola al suelo y alzó las manos en señal de rendición. Él y Alexander se ale

tu problema —le explicó mi padre con sembl

hó por parte de Baker, el ambiente

mo un problema? —d

tratando de buscar información en su reacción, pero sólo pude

surró—, ent

s de mi corazón aumentaron cuando la maldición de mi padre se hizo presente. Baker había usado su magia, mi

—dijo Baker, golpeándolo c

a del auto, sólo podía ver la sangre que brotaba por todas partes. Mis ojos se llenaron de lágrimas de impotencia al ver que