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No te pertenezco Morgan

No te pertenezco Morgan

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Capítulo 1 Dulce hogar

Palabras:1651    |    Actualizado en: 25/06/2022

, hogar, d

r y jodido

asi tan abundantes como la aparente felicidad de sus habitantes. Clima templado pero ag

gica o razón. Eran llamados brujos, demonios sangrientos, criaturas viles que solo sabían matar. En un lugar tan pequeño, las actividades de ocio están muy li

ar al darme cuenta que nada me distinguía del resto. Era imposible que las personas miraran más allá de los rumores que manchaban con sangre el apellido

con alguien por primera vez pero nadie quiso jugar con el monstruo de luz. Un cruel apodo que me

el cuento de amor que habían creado para mí. Una romántica historia en la que finalmente acep

o vistazo al espejo antes de bajar presurosa. Mi padre me advirtió que resbalaría por

bello, por favor

llo castaño por enésima vez, negó con la

ño problema de aquí —dijo pasan

aquella mirada con ojos de cachor

ctitud sofisticada y sonrisa simple—. Ella desea sali

—regañó

scuché golpes en la puerta, la aldaba de metal en forma de cabeza de león

abriré —escapé, alzando m

si se cerraban debido a su sonrisa. Alexander Miller estaba del otro lado de

guapa —dijo

él seguía sonrojándose cuando estábamos juntos. E

ias —

foto —dijo papá cap

ash de la cámara, no era una gr

pá,

mplicidad entre ellos. Los miré recelosa al notar qu

—dijo en tono alegre, poco u

abelle, buenas noch

encajaba con su aspecto de buen chico

n smoking —halagó mi

o, mi madre tenía razón, se

con la cámara cubriendo c

cerqué obedeciendo, él tomó mi cint

es buena —son

odo, pero demostraba tanto amor que era sofocante. No entendía cómo

sonrisa de disculpa en sus la

son para ti —dijo ent

scuido, las tomé impregná

, son pr

menzaron a tomar otra tonalidad al ser consciente

tan rápido —dijo mi madr

rimeras palabras —continuó papá ab

—fingí tener un rel

a cabeza al entender que el tiempo era sólo un pretexto. Le entregu

la entrada —se o

nos daría advertencias, como cada vez que

tarde ni ebr

ía que tal vez no cumplir

papá.

sus ojos se volvieron oscuros por el poder co

veo obligado a advertirte —dijo de manera severa—. Si aca

—chillé

aquellas palabras no parecí

el más indicado para cuidar de Clar

adre sobreprotector al primer novio de su hija, pero no lo eran. Ambos sabíamos que mi

nrió, recuperando su bu

é a mi padre, dándole

apá —dije alejándome, p

llo, mirándome c

roteger a mi p

e tan cariñoso. La imagen que mantenía distaba mucho de lo que r

ía de edad —me que

oteger de todo. ¿Has escuchado, Miller

brazo. A veces sentía que mi padre era demasiado cuidadoso conmig

o a mi novio—, papá a veces

ton —se despidió Al

iendo muestra de su caballerosidad. Suspiré antes de coloca

s, por la amenaza de

vez que me lo dice —negó con

pero ahora lo confirmaba,

ya a hacer de verd

a. Me siento seguro respecto a nuestra relaci

o de más. Usualmente solía ignorar cuando las personas hablaban sob

e que seamos p

enía décadas, inclusive años antes de que naciéramos. Al principio la madre de Alexande

o quise

milia, asentí con lentitud dispuesta a fingir que no me afectaba

eores, Alex. Tendrás

abeza, sonrió a sabiendas

también es c

queño pueblo, me permití hacer una amplia remembranza de mi vida. El conjunto de imágenes que se superponían una sobre otra, se re

ra una dulzura conmigo, había pasado mi examen de conducir y existía la promesa de un automóvil nuevo. Se suponía que debía sen

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