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Mi versión de tí

Capítulo 8 Cerrar un ciclo

Palabras:3772    |    Actualizado en: 17/03/2022

n tipo de ¿Tranquilidad? Costaba creer que alguien como él tuviera ese tipo de cambios de humor tan rotundos, aunque sus ojos se ensombrecian de la

bitación toda la noche no me dejar

borde, ni siquiera volteó a verme de nuevo, permanecí en silencio y observé mi lado de la cama dando un suspiro, en ese momento él dej

cercarse a la cama- No creo que puedas dormir así -Me dijo observando mi ropa- puedes tomar algo de la mia almenos por hoy, no creo que tengas problemas para usar mi ropa cómoda para dormir, -entreabrí l

lor rojo, pero la blusa blanca que llevaba era muy corta, ojee hacia la puerta del baño aún escuchaba el agua de la ducha caer, así que me deshice de mi blusa y de mi sujetador pues tenía la manía de dormir así, me puse su sudadera y doblé mi ropa, la coloqué sobre mis zapatos a un lado de la cama y me quedé observando el espacio, era lo suficientemente grande para dormir perfectamente los dos con distancia el uno del otro y tenía almohadas de sobra con funda

aber qué hac

dí torpemente, apartando mi mano

das a mitad

lado de la ca

xto de esto

l -finalicé en l

apaz de propasarme

simplemente aún

no confí

n realidad, una parte de mi desconfiaba de él y la otra pensaba que no había raz

ión, aunque yo no haría n

se rió y negó con la cabeza, mis mejillas ardían

onfianza, no haría nada para cam

ijiste que no te importaba hacer algo pa

tas deberíamos de comenzar

ener en cuenta pronunciar alguna palabra de disculpa, a cierto punto lo comprendía porqué no era quien para desconfiar así de él pero por otro lado apenas hacia unos días que lo conocía y a pesar de sus nexos con mi familia no había cruza

ralla china, en tal caso tú estás de un lado protegiendote mientra

a preguntándome a mi misma ¿Como podía cambiar tanto de humor tan repentinamente? Y entonces tomó el dobladillo de las

olestarte y no tengo problemas con tu mu

pregunté directament

í có

veces pareces entrañable y

me interesa lo

es un desconsiderado que h

onforme a la situación, no me gusta gu

rma de ver la vida

amistades siguiendo cada una de las tendencias del momento, quería hacer feliz a todo mundo y ayudarlos con sus pro

l aunque quisieras -le dije sin

preocuparme por mi propia feli

que era lo que estaba pensando, o almenos que escribiera un libro de los que tanto le gustaban leer, quizás así podría entender más el porqué de su comportamiento, el silencio incómodo se extendió por lo que parecieron varios minutos, me removí en la cama acomodandome mejor para tratar de dormir y en ese momento me percaté del olor embriagante de su sudadera, e

ar con sensatez ante toda situación, te aseguro que esa fue

saber si versión de las cosas, quizá así tuviera una razón para confiar o no en él según lo que

dice una persona, lo que dice la otra

historia? Para que pueda atar cab

nunció s

tiva sin apartar la vista de él y en ese moment

duda mi palabra y saldrás a la una de la mañana de m

umenta mis dudas, ¿Me

haga gracia verte usando mi sudade

aste cuá

ta, te queda

mplido? Él, el rey de las personas inexpresivas,

escuchas

umplidos, un momento... ¿In

áñame

me dejó más confundi

a un lugar ¿No

me he ausentado s

s más con Dante, ahora y

ue pasábamos tanto tiem

nocía, no hay más razones tu noviecito se m

remos? -Cuest

sorp

dime -i

iosa -dijo con u

muy concentrado cual si muchos pensamientos atravesaran su mente, cerré los ojos intentando dormir y varios minutos después vol

mento de la

ás se

con cierto intento de sonar fastid

sperté me encontré con un par de ojos color entre marrón y negro observandome fijamente, tragué saliva y pasé mi puño por el contorno de mis ojos intentando despertarme por completo o

días d

es? -preg

ho de l

-dije e

e, no es

bas despierto viéndome ¿Porq

más divertid

me cuando tú despe

do

cioné un ta

cuando duermes -okey el enfad

? -repetí tras de él

como lo

que preguntar ya que al parece

¿Segura que q

zaron a arder de lo sonrojada que me había puesto seguramente, no sabía cómo reaccionar ¿Era cierto lo que decía? Y entonces soltó una carcajada divertida, me senté también y

no puedo evitarlo, tendrás que

e? Tús bromas

poco pero si murmur

ojada nuevamente y su mirada calmada sé

ero te q

marcaban perfectamente mis pechos así que sin pensar

anonadado- Ni siquiera

volví a respirar lento sin poder moverme, nunca me había sucedido algo igual, talvez porque nadie se había tomado el atrevimiento de contradecirme en algo de manera tan seria, fué el quién cortó el contacto visual y me soltó suavemente suspirando, dió un v

s cambiarte aquí y tomarte el tie

anos y el rostro para deshacerme de aquel entumecimiento causado por el sueño en las mañanas, luego me volví a poner la ropa y dejé la sudadera extendida sobre la cama previamente hecha pues no pensaba dejar un d

ti, está lista la comida q

que irás bien c

más además podría cocinar yo

tenciones Sebastiá

mí mejor amiga

abía dejado disculparme, quizás era para evitar más momentos incómodos,

to, hasta que me di cuenta a dónde nos dirigíamos, hacia la playa... No me equivoqué pues no desvió el curso en el cruce que dividía la acera hacia la arena, y a muchos metros adelante la

legado -

uí Sebastián? -cue

venir a cerr

so?... -Pregun

ejando que el mar arr

mo lo

Seba

istancia considerable y empecé a doblar mis pantalones desde mis tobillos hasta bajo mis rodillas p

hí iba haciendo ahora

o husmear una casa y no entrar, nada asegura que

ar esa historia -

saber con certeza, pero y

atos tal como yo, dobló pantalón, solo obser

huellas al caminar mientras seguía jalando de su mano, observé a la lejanía del mar y observé que el sol empezaba a asomarse, era una vista hermosa pues

pena venir aquí

-respondió con

los traseros de su pantalón al ver que había tomado su teléfono asegurándose que efectivamente era el de ella, me observó enfurruñada y yo aproveché para tomar una fotografía riendo por su

í

aginado, era una de esas buenas fotos que podrías usar de fondo de pantalla, pero yo no creo que la usaría pues provocaría muchos celos y preguntas, guardé de nuevo mi teléfono y en ese momento él se alejó de la orilla del mar, lo seguí a una distancia considerable, observé que se metía la mano en el bolsillo delantero, pensé que usaría su teléfono pues lo había sacado pero en ese momento se dió la vuelta, ni siquiera me vió, dió un suspiro y lanzó con fuerza el teléfono hacia el

a cerrar un ciclo

ca tirar tu teléfono al m

todos los rec

ías solo b

o, esta era la única manera de acabar con todo, ahora no me qu

ando cómo su mirada se fijaba en la lejanía de

de fuerte

je sonriendo y él volvió a verme, por

¿Ah? ¿Escuché bien? Pensé,

ojos seguían fijos en mi con una mirada que no pude decifrar por completo, negu

no tocaremos más el tema

la mía cerrando los ojos dando un suspiro, sentí su aliento tan cerca de mí que algo se removió en mi interior haciendo que mis mejillas se sonrojaran más

. -Sil

tro a mí, rosó sus labios contra los míos lentamente, estaba recorriendolos con sus labios, dejó pequeños besos en la camisura de mis labios y luego volvió a rosarlos lentamente, bajó su mano de mi mejilla a mi nuca rosandome suave la piel haciendo que entreabriendo los labios dejando escapar un jadeo ¿De donde

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