Mi versión de tí

jan

que da ternura reconozco que como hermano mayor verla en esas circunstancias me hace querer darme la vuelta, uno porque sería raro que entendiera porqu

e en la cama, observando su disposición tomé aciento cerca de el

ría sabe

ser insistente pero parece que esta vez no ocurrirá expresamente porque p

egu

la

do a la puerta a punto de salir pero antes de eso di un vistazo hacia atrás viendola se encontraba d

papá y mamá? —pr

que significa que les presentaré a mi prometida. —pasee l

con la mano derecha e acentia con la cabeza, hasta donde ella sabía yo so

he en la cena, vendrán sus padres así que será la ocasión perfe

se la mano bajo los ojos en un gesto nostálgico pero a la vez riendo

so, ganará

rechacen y tendremos que consolarte —curvó los

haciendo que caiga a la cama, como sean sus comentarios burlescos sin

í

lo cual no sé si invitarlo a esta cena ¿Formal? Aún no sé si realmente es formal no sé si sería buena idea o no, lo mejor sería preguntarle a Ale, tomé dos vestidos de mi armario, uno rojo bastante largo lo suficientemente elegante como para una fiesta de compromiso y uno negro corto casual, debería preguntarle a mi madre cual es la mejor opción pues si se trata de una sorpresa la propuesta de matrimonio no quiero arruinarla vistiendome tan formal. Salí al pasillo y luego antes de bajar las escaleras observé que los empleados iban de un lugar a otro limpiando las cosas que estaban ya limpias para que quedaran relucientes, al parecer mi familia estaba

l negro no te vendría nada mal. Quizá profundice un poco con tu alma

er completamente sonrojadas, mientas mis ojos se encontraban con un par de ojos marrones únicamente en el sofá, suspirando intentaba creerme lo que estaba sucediendo, buscando un

es

itándole sin dejarlo hab

cas a Alejandro tenía cosas que hacer, así que me quedé mirando una película mientras l

ndo de nuevo hacia las escaleras a toda prisa pero escuchaba pasos tras de mí

ast

un poco mientras la intentaba alcanzar, pero simplemente me ignoraba, honest

nombre, además de que nunca la había encontrado en alguna de esas tardes, pero al parecer está era una ocasión especial— oye detente —le dije caminando por un largo pasillo tomándola del antebrazo a lo que ella se detuvo en completo silencio y aproveché para ofrecer una

se soltó de mi agarre dándose la vuelta observándome de forma fija seguro intentando que yo decifrara a lo que se refería, y lo comprendía yo era parte de

—intenté hacerm

con D

é con él —espeté co

í

s jamás arreglaremos las cosas —mencioné sujetando la perilla de la puerta que tenía a un lado abriéndola y cerrándola de nuevo fuerte

mi cabello, maquillarme y colocarme unas zapatillas altas decidí tomar mi teléfono volviendo a ver si tenia algún mensaje de mi novio y nada, entonces bajé al primer piso, observé que en los sofá estaba sentada una chica muy hermosa más o menos de mi edad,

pellido de Sebastián así que seguro él y el padr

— ten por seguro que te llamaré a

saludé educadamente, sus padres se presentaron como Sergio y Valentina, Sergio tenía cierto parecido con Sebastián tenían ojos marrones y cabello negro, tez blanca corpulencia robusta, aunque parecia un poco más alto que Sebastián considerando que él quizá mediria 1.90, m

e su edad demostraría, esa es Bianca Venzon, misma que parecía charlar con ellos desde hace unos momentos pero mi hermano no se veía por acá, no hasta unos minutos después cuando se acercó junto al pelinegro al lugar en el que nos encontrábamos, Ale se limitó a saludar a su novia y sus p

s de que llegara, además nos hemos encontrado en

dió mi madre— siendo así todo

uál agradecí pues no sé ni cómo se atrevió a mentir con lo del saludo con tal de dejar las cosas en paz con mi madre,

una de las muchachas del servi

os por favor —d

nando a su lado para tomar un

i ese es Vidal Skylers mi padre, aunque el saludaba de forma un poco seca y no era porque le cayeran mal sino por ser su carácter, minutos después luego de agradecer por los alimentos empezábamos a comer, mamá encabezaba la mesa y al otro extremo de ella papá, mientras nosotros estábamos distribuidos tres a cada lado de la mesa, por suerte mi compañera era Paty y más allá de las dos Ale, los tres restantes estaban al otro lado de la

no se conocen desde hac

la universidad, cuando a

ía novia pero mientras el cursaba a la universidad yo apenas iba en último año de secundaria, al entrar a preparatoria estos

de ahora en adelante seamos más

ió un sorbo con todo descaro, puede los ojos en blanco y volví la vista a Paty con suerte no habría notado mi gesto de desagrado hacia él, pero luego de unos momentos Ale se situó en el centro de la sala e se aclaró la garganta y pidió la atención de todos, luego le e

a, pero estoy más que seguro que tú eres única por sobre todo lo que creo y lo que me falta por vivir, quiero compartir mi vida contigo, por eso Paty —Hizo una pausa inclinándose poniendo una rodill

ba el anillo en la mano, para luego brazarse y sonreír felizmente dándose un largo beso mientras todos alrededor nos acercabamos para felicitarlos, no podía creer que mi hermano dijese todo el discu

ía venido a clases, rompió su promesa. Aasí que al salir de ellas me dirigí a su casa, luego de tocar el timbre varias veces por fin salió a la puerta vestido con uno

irada al marco de la puerta sin

con urgencia, no puede ser que estés en esta situación —dije está vez tratando de e

nerme bien lo e

r bien? —Mencioné

ndo mi vengan

rticulé i

e engañó saliendo con Sebastián, me engañó co

amente no lo hubiera esperado, pero él solo se puso la mano sobre la frente acari

el... Tú viste como me preocupaba por ella, era mi v

aunque él parecía desinteresado en todo lo que le decía, pero volteando a ver hacia atrás noté que una rubia vestida sol

ño? —le pregunt

o un suspiro por lo cuál a ella no le que

é alarmada entre decepción y enojo

á chica que no sé ni de dónde salió, así que la aprovecharé p

para dejarte como el malo? —Lo observé con desesperación, no pod

Mía —respondió con una sonrisa s

e eligiendo —le dije muy segura de mi misma intentando que rea

no tenía a quién recurrir así que salí de su jardín sentandome en una banca frente a una calle poco transitada limpiandome unas lágrimas de coraje que corrían por mis mejillas, no podía creer que una amistad así de fuerte se d

ala como aparentas —Su voz fue neutral, no como si quisiera consolarme sino sim

ité— Eres la última persona de

a vez que me llamas p