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Mi versión de tí

Capítulo 7 Mejores amigos

Palabras:3958    |    Actualizado en: 17/03/2022

ast

el aciento junto al escritorio, era la p

seré breve —Respondió y y

s aquí tu visita no será breve —Seria ella la

me has hablado de ella, pero so

es salir? Tengo boletos para una fun

ndose un momento como si intenta

su viaje se adelantó y se está esmerando en dejar preparada la comi

astián, hazme

ue tomara aciento junto a mí pero en ese momento su mirada se oscureció y

eramente ya no pued

motivandola a seguir c

iento cómoda yo ya no

a, ella se veía un tanto incómoda diciéndome todo eso, no

l problema no er

s solucionarlo, eres muy importante para mí, eres como mi propia vida, podemos intentarlo

a decisión

speración— podemos hacer lo que a ti te guste, tu ma

ca dándome a entender que n

nión? —suspiré aun dolido ante el tono irónico

vuelvas

sin pensarlo ella salió de mi habita

í

mo lo volvería a ver de nuevo a los ojos, era verdad que Sebastián no se comportaba bien conmigo pero tampoco mal, hasta el momento no me había dicho ninguna mentira que estuviera relacionada conmigo ¿O sí?... Pero el como lo volvería a ver de nuevo a los ojos fue resuelto más rápido de lo que hubiera esperado, de pronto sentí que la puerta se abría y como estaba completamente apoyada en ella no pude evitar caer hacia atrás dando un leve quejido, abrí los ojos y mis mejillas se sonrojaron por inercia de haber sido encontrada en aquella situación por él, por un momento sus ojos se mantuvieron fijos en mi, pero no era una mirada sorprendida sino una dudosa, no dije nada y permanecí viendo a sus ojos, estaban un poco enro

orprende encontrarte en

plicación —intenté

mientras tú me acosabas las pers

el pelo diciendo cosas para molestarme... Traté de suprimir el enojo y entonces el señaló hacia mi pecho, me sonrojé de nuevo pero entonces b

de nuevo esa palabr

r de decirme

ás y estrangul

preguntarme que ha

ntraste con mi madre y te invitó a pasar ¿Crees que alguien puede neg

eso? Seguro tu madre te

de la casa aún debe estar coci

la voz y solo escuché un profundo suspiro como respuesta mientras no apartaba la vista de su teléfon

al lavamanos pero, suele darse la casualidad de que en cuánto abrí la puerta u

pero su mirada seguía distante, cual si no estuviera poniendo atención a lo que le decía, desvié la vista

e sea normal que no si

abrazo suavemente, mientras yo lo abrazaba tan fuerte que sentía que en cualquier momento se quejaría de eso, pero no pasó, permanecimos un rato más abrazados ¿Han abrazado alguna vez a una persona triste? Los abrazos se sienten diferentes, tal cuál si te estuviera permitiendo ver todo su dolor y vendarlo o como si pudieras ver un pedacito del alma que suele ser invisible, pasad

lir a ver una obra de t

entó explicarle Sebastián

tos recuerda que esta noche no estaré pero no significa que ten

sobre mi pero yo mantenía la vista desviada con un rubor notable seguramente en las mejillas, seguro pasaba por la misma situación que yo, era tonto oponerse a la generala

ientras caminabamos por el pasillo, pero al bajar las escaleras y cruzar la puerta de la sala al jardín soltó mi mano, lo volví a mirar con una expresión confusa y el solo guardó las mano

bamos, él no dijo nada, simplemente permaneció con la vista al frente entonces entendí que no debía tocar ese tema cuando justamente había

harán una cena y ella los acompañ

o los acompañ

respondió- además debo

ajas? —cuesti

a Mía, pero hoy me

s eso? —pregun

abe que no puedo ayudarlo por completo

s hasta llegar al frente, nos disculpamos con unas personas mientras pasábamos hasta sentarnos en nuestros lugares, eran acientos con apoyo en la espalda pero no para colocar los brazos, me senté a su derecha y él fijó la vista al frente esperando a que la función empezara, algunos vendedores ambulantes pasaban ofreciendo cosas, en ese momento él compró un pincho para mí y uno para él, le agradecí y el acintió

tenidamente que parece que

que pareces dif

ñalan de se

—pregunté ant

y que cada quien ten

ti y ninguna coincide con la

a

sta al frente, lo observé un largo momento y luego volví la vista al frente, observando cómo la función estaba por comenzar, el chico subió por unas gradas y la chica intentó segu

hundida en

ue pudieran escucharme— ¡¿Acaso no eres un hombre?! ¡¡Ayudala!! —Sebastián volteó a verme sorprendido mientras las personas de alrededor me hacían sonidos para que guardara

ves que ya murió en el pis

earnos y a decirnos que guardaramos silencio, incluso los actores nos veían con cierta molestia pero intentaban

¡Besala!!! —Reí esc

te ama!

legar hasta nosotros, en ese momento Sebastián me tomó en brazos cargandome, empezando a correr hacia la salida, preparándonos para una salida trinfal, me abracé a su cuello mientras las personas de alrededor nos tiraba

ó— Fue mejor q

uelvan a permitir la ent

fue un comentario vago pero no pude evitar esa reacción, supuse que quiso evitar un momento incómodo porque empezó a caminar si

or amigo ahora que me quedé sin el

uró— ¿Gustas un hel

í que me compró uno y guardó el cambio, me sorprendió que no compró uno para el, pero aún así nos alejamos hasta dejar la calle y sentarnos en

la he? —

apartó la vista al frente observando

que pedirías

lorías tendría? —p

esó seriamente, ese cambio d

raste un

do lo dulce —aceptó e

ce? No sabes de las

o que

sus labios al helado dándole una mordida, volviendo la vista al frente, luego yo volví a morder el helado y caí en cuenta de lo que hab

dijo sus

os caminando tras de él, se detuvo un momento y luego se quitó su chaqueta, llegué a su lado y la colocó sobre mis hombros, colocandome una mano en la espalda empezan

enar conmig

zando a servir la comida que la señora Marcie le había dejado para la cena, me

ñarte a tu casa no

Sebastián, prefer

y cliche seguro has tenido cientas con otro

esa, así que ya no dijo nada más mientras preparaba las bebidas, en cuánto todo estuvo servido nos sentamos a cenar, estuvimos en silencio

laneo leer o jugar un videojueg

ibro sobre tu escritorio —levanté la vista so

oesía no son mis favori

ecido interes

con completa atención y luego acintió para

terminando mi cena, tomando los platos para ir a lavarlos pues el también ya

—ordenó f

a cuál tomó el libro y me lo entregó en las manos, dijo que buscara el poema que más me llamara la atención y lo leyera mientras él

ona —dijo con una sonr

a seguridad de eso pues podías entrometerte en mi alma como si fuera la tuya, sé que las almas gemelas deben estar juntas siempre, quizá por eso era que aunque tardara semanas poniendo una barrera entre los dos tú la derribabas en un solo segundo y entonces comprendí que sentía un gran a

rrumpió— ahora quiero que me

muchas cosas y tiene miedo a perder al chico, a

es que opin

, no está

problema con la poesía romántica en su mayoría solo se conoce

eres los libros de hist

o alguna vez que la razón por la que se puede amar tanto a un personaje ficticio es porque no tiene intenciones

n eso nunca había pensado en esos dos puntos de vista pe

e lo bueno, es mejor most

ecir tantas cosas que

ro entonces volvió a hablar cambiando su tono a uno un poco preocupado— enserio quedate ¿Has visto la hora? No pienso caminar a m

ello notando como tenía algunos mensajes de Alejandro diciéndome que no me esperaría para cenar, es lógico papá y mamá raras veces notan nuestra presencia per

e te doy mi palabra que no pasar

fué un reclamo, no le podía decir que en realidad estaba con Sebastián por más amigos que eran, así que le dije que estaba con una amiga, hizo un poco de paranoia cuando le dije que me quedaría con ella pero terminó por aceptarlo al decirle que

uelto? —dijo t

, ¿Donde

paseando la mir

—le grit

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