Llamas gemelas (Libro 1)
s miles de millones de casualidades que formaron al mundo humano, centen
través de ellas, eternas, permanentes, y se convirtieron en millones de
ualidad» y, desde entonces, luchan por no separarse... pero el uni
. Archiducad
inusual nerviosismo-. En especial si uno no sabe si será mi tan ansiado
era adornado por los sufr
los últimos meses, Lord; pero ya casi es la hora, solo debe es
pués de casi novecientos años, y cuatro hijas, créeme que
porque de seguro vuestro padre requiere su presencia en su hogar. Con las nuevas incursiones y tonterías que los
son demasiado impacientes -intervino el otro rubio, que er
vida se esfuma en un segundo de nuestras existencias?
levó a verlo y asentir, haciendo al otro
ric de inmediato, sin neces
sciente de tus palabras en el futuro -señ
n unido a nuestras familias por siglos, se
o por el intercambio
s de unas alianzas que nos han benefici
gran ventanal dejaba ver los preciosos jardines frontales de la villa de los Habsburg, adornados con flores de todos los c
aba un costado de la habitación, p
asillo pasos fuertes, de carrera, y unos nudillos golpearon la gruesa puerta de aquel estudio en el
isa? -cuestionó To
asperado rostro de una dama pálid
no ha podido llegar desde la frontera por la tormenta que azota las líneas, y l
de un salto, y la
negó, y el dueño de casa se mordió el labio inferior
rillantes y azules ojos por un
hacia él-. Recibí a mis dos hijos a este mundo con éxito,
utable caló en el patriar
go entonce
los y se dirigieron por el pasaje, hacia unas escaleras empi
os auditivos, y Tomsk temió. Cruzaron al otro lado de la casa en simples pasos a través de un pasi
n paraíso de sangre s
tar que se hiciera daño, y al nonato que aún guardaba en su interior. Las sábanas se hallaban bañadas con su sangre, ta
idos vampíricos; no obstante, su hermano mayor, Luke, no perdió el tiempo: se quitó la casaca y la chupa, y se la
o de la peor forma, y que bien pudo haberlos dejado a todos sordos, y lo miró con fiereza, enseñando su
comenzó a removerse con más virulenc
s empeño para mantener la contra
los dedos en la vagina, dándose cuenta de que estaba bien dilatada. Av
r. Lo que sigue no será para nada de su agrado -pidió Luke a los
ndique -habló a la mujer, que solo tuvo o
no le i
oceso grato. Después de tomar tantos recursos de su madre como le fueran posibles, la pequeña criatura hacía una últ
ir de pies era un
bedeció a regañadientes, y él se ayudó de su fuerza, y sacó poco a poco el cuerpo del no nacido
toalla para limpiar al pequeño, que estornudó de
a hacia sus Señores, con r
abrazar a su cansada esposa. Sin embargo, su atenc
o, de piel pálida y espesa mota negra en su cabeza, abrió los ojos, dejando ver un par de orbes
na lentitud abismal y su bracito tambaleante, y siguió subi
en ese momento fue como si una ola de calidez se desprendiera de ambos, una liberación de energía q
, el típico funcionamiento humano apareció, y tragó con dificultad. Sentía
e su bebé, y sus filosos ojos contemplaron la impresión en el rostro del primogénito d
o, y apenas pudo dar un paso al fren
mano mayor, a quien respirar se le dificultaba más, al borde
o a segundo y, al cabo de un r
es del niño lo miraron con algo que solo pudo calificar como fascinación y, de la nada, comenzó a reír, inundand
ioso e inesperado, que se produce de manera accidental