Llamas gemelas (Libro 1)
smo comer a
n querer serlo, hiriente sin tan siquiera desearlo desde lo más profundo de su ser. Fue el
te quizá. ¡Amada Gaia! Hoy estás aquí, hoy estamos aquí... para ser uno solo, par
la
ndo las extrañas criaturas que habitaban la tierra entraron en conf
estrucción se regó por doquier y, en ese momento, el Dios de los Cielos, quien había decidido no intervenir hasta ahor
n todas las razas, un pact
que todo lo lavas, lleva sus pe
hombres fue entregado en sacrificio, el origen de todos lo
bría más
especies, razas y poderes- a lugares alejados de lo que, en ese entonc
dieron, para ocultar su real existencia. El mundo humano avanzó e
ostro... para ver
de la historia, las criaturas, en sus nuevas
Su ira se cernió sobre la humanidad
uros de la historia de la vida en la tierra se vivió,
dido el juicio y care
rios, terrenos vagamente mantenidos. La zozobra se extendi
s se extinguieron, al tiempo que nueva
razgo en improvisadas facciones,
ndo una vieja creencia mundana, y eso trajo
pecados capitales, un territorio para cada uno, y los seres recon
, sede de la Mesa, y único puerto neutral del pl
o, la mald
ían estas cosas, comprenderá
•
6 d.G. Ciudad N
lara; techos altos de yeso y con total ausencia de molduras. La puerta de
ado aquí para vivir con él y, aunque lo intentaba todo para que él se sintier
rtidario de que se mantuvieran alejados? ¿No los separó en primer lugar? ¿No fue gracias a él que Luke solo sufrió l
que usaban solo por protocolo, y con las manos sobre el rostro. De inme
e acercó a la cama para, sin ninguna vergüe
e no hizo ni un
ve movimiento, y colocó las manos sobre su abdomen, para
r bien -murmuró con su
egarlas de su rostro, y encontrar unos ojos iguales a los s
cada lado con delicadeza, y re
será así -masculló el
isse llevó la diestra a la izquierda del pecho y abdomen de su hermano, donde los tatuajes
corona al tope, y marcos adornados y tintados del color del oro quemado, y cinco blasones, uno por c
romanos, símbolo de que él era un miembro de la quinta generación; las llamas que simbolizaban el espíritu, la cabeza del león que significaba la vale
iempre le había gustado su altura, su contextura media, su espalda y hombros anchos, y poder tocar
os de ser su hermana... algo
nada como lo que buscas -musitó el r
sus brazos en el pecho ajeno para trepar
ir bien -murmuró ella. Pe
e haría sentir bien, también es lo
con su hermano era uno de los más grandes deseos de toda su vida, sabía que el
ue fuese necesario para que sus objetivos se cum
uñar apenas la piel de su pecho, terminando de tirar las solapas frontales de la camis
el del varón, hasta el ombligo, y sint
, pero a ella no
ny.
el momento de su nacimiento, justo cuando ella iba
o n
de la parte frontal. Subió con besos por su mentón, hasta tomar sus labios, y llevó las manos a toma
. -murmuró, para
spondía, pe
e suave que, poco a poco, segundo a segundo, comenzaron a aliviar la tensión, y
o se detuvo, sin importar lo que sentía venir de él, ni desde afuera de la habitación, en la planta baja, y lo sintió removerse. Él la tomó
en hastío y pesadez. Apretó las mandíbulas al sentir la zurda ajena contra su mejilla, y cómo es
ispazo de alegría y complacencia, y se preparó para entregarse a él, com
mpiar una zona al medio, lo que la hizo estremecerse en espera y delicia; los colmillos del mayor
ordida ja
paró de ella y se fue a un costado, para
nada de eso. Solo déjame en paz -soltó él,
las ansias hechas pedazos, y las ilusio
r para contradec
•
que personifica la Tierr