Mi Norte Verdadero tras su engaño
desorientada. Las bienintencionadas palabras de la enfermera resonaban en
ra se retorcía en una mentira grotesca. Él no había estado enfermo; Janessa sí. Y no había estado preocupado por su perro; era el perro de ellos. El perro que había co
mos dos años, ¿no? -Los detalles, soltados casualmente, pintaban un cuadro aterrador de una vida de la que yo no sabía nada. Se
oxicación alimentaria y que necesitaba que le transfiriera dinero para sus gastos médicos. Había sonado tan miserable, tan débil. Le envié el dinero sin dudarlo, m
nde me reafirmaba su amor, ahora se sentía como una ilusión nauseabunda. Nunca había estado sol
no vibró. Un mensaje. De Erick. Mi corazón dio un vuelco,
o, espeso por el sueño y un t
che. Bebí un poco de más en la fiesta de graduación. Ya sabes, celebrando. T
lviéndose más tiern
Iremos a esa cabañita que te encanta en Valle de Bravo. Solo tú
a estaba planeando nuestra próxima escapada falsa, como siempre hacía, tejiendo una
rocesar su mensaje, ap
ue estés bien. Está tan molesto que no pudo llegar a ti. Estaba tan borracho anoche, pobr
dadosamente elaborados para explicar su ausencia, para reforzar la ilusión de su devoción. Eran un equipo, una máquina de en
rándome el estómago, las lágrimas finalmente liberándose en un torrente de agonía. La traició
s palabras ahogadas y crudas-
jo murmullo de voces, seguido de un ladrido suave y juguetó
do, cerca de un pequeño y apartado
stenía un pequeño y esponjoso perro blanco, de la misma raza que había afirmado que er
por la suave brisa-. Te estás poniendo tan gran
linó, besánd
como el que le dimos. Y ahora, te
s de una adoración que
alarlo si te hubieras ido a esa otra uni
dramáticamente,
ti, por nuestro futuro. Sé que tu mamá quiere que te cases con Clara, y sé que ella tiene el din
la emoción-. Siempre a ti. No importa lo que tenga que
rdad brutal y deshumanizante. Su madre, presionándolo para que se casara conmigo por mi dine
teñida de una falsa preocupación que me erizó la piel-. Sé que es tu bene
s, su mano acarici
saldrá bien. Te propuse matrimon
e Janessa fu
, Erick. Signif
da estaban desmantelando sistemáticamente. Mis uñas se clavaron en mis palmas, dibujando marcas en forma d
rimas de tristeza. Eran lágrimas de furia pura e inalterada. La dulzura empalagosa del caramelo aplastado en
a latido. Volvería a la Ciudad de México. No rota, no derrotada, sino con un nuevo fuego en mis ojos. Había venido llena de esperan