Mi Norte Verdadero tras su engaño
ahora silenciosos, su rostro una máscara de desesperación. Me miró, s
ste campus sabían que ustedes dos estaban juntos, que eran los «novios del campus». Todos menos yo. Mi propio novio,
do áspero y
manipulador y una víbora traicionera. Una pareja hecha en el infierno, si me
alto, sus manos extendiéndose
favor! ¡Para!
álido y demacrado, fin
ue te lastimé. Por favor, solo escúchame. -Su voz se
oque de Janessa-. Tu «lo siento» no significa
de rodillas al pie de mi ca
. Lo obligué. Él nunca quiso lastimart
confesión, interv
. Yo crucé la línea primero. Fui débil. Fui un
mutuamente, un nudo crudo de asco apretándose en mi estómago. Su dram
rprendió incluso a mí. Tropezó hacia atrás, golpeando la pared con
ahora ardían con una furia fría. Me miró fijamente, un brillo peligroso en su
su voz baja y amenazante-. ¿No has terminado
mezcla de furia y dolor, se levantó y lo abofeteó en la cara. No una, sin
el día en que dije que sí a tu patética propuesta, a tus falsas promesas. -Lo miré, realmente lo miré, y por un momento fugaz, vi a la chica ingenua y esperanzada que una
ueños, el futuro que había planeado ta
ssa, todavía acobardada
ar de nuestras bodas, de ser la dama de honor de la otra, de criar a nuestros h
e has hecho. Espero que ustedes dos disfruten su felicidad robada, su vida secreta, ahora que todo está a
almente desatar la verdad, señalar sus acciones despreciables. Habían desperdiciad
ezcla de conmoción e ira,
e estás haciendo? No
-. Estoy rompiendo contigo. Terminamos. Y en cuanto a ti, Janessa, considera nuestra amistad mu