Mi Norte Verdadero tras su engaño
Janessa, entrelazados y riendo, destellaban detrás de mis párpados. Su perro, el que yo había financiado sin saberlo, retozaba a su alrededor. Los vi compartiendo comidas, compartiendo secret
ada estaba empapada, no solo de sudor, sino de lágrimas amargas y silenciosas. Mis amigos, que
Ava, el alivio inundando su voz-. ¿Es
ño fruncido-. ¿Salió bien la propuest
de noticias de mi «compromiso», se sintieron como una herida fresca. Había mantenido mi plan en secreto, queriendo sorpr
Cómo podía articular la pura devastación de lo que había presenciado? ¿Que mi am
una máscara para ocultar l
, las palabras sabiendo a ceniza-. Erick y
nto de salvar las apariencias, de
tia, intercambiaron miradas pr
me a un suave abrazo-. Sea lo
luego se fueron lentamente, dándome el e
traición era demasiado pesada para compartirla. Se sentía como un secreto venenoso,
sperada de aire. Mientras estaba en el balcón, con el cepillo de dientes en la ma
. Sus ojos, generalmente tan cálidos y amorosos, ahora parecían tener un vacío escalofriante. Un escalofrío recorrió mi esp
su voz teñida de
amigos me dijeron que te des
reocupada. Acababa de estar con Janessa, susurrándole palabras dulces, planeando s
a voz de Erick, vito
lara! ¡Suena p
alzos golpeando el frío suelo con un ruido sord
llevas zapatos, mi am
me al lujoso sofá, su tacto ahora
ñida de falso afecto-. Pero no te preocupes, una vez que viva
cruel. ¿Vivir juntos? La ironía era un sabor amargo en mi boca
ncio, mi pos
masiado. Lo siento mucho, Clara. De verdad. -Me acarició el cabello, su tacto enviando escalofríos de asco por mi espalda-. I
ja del pastel y se la arrojé, el cremoso postre salpicando su impecable camisa blanca. Luego agarré las rosas
s salieron de mi garganta, crudas y angustiadas-
po temblaba con una rabi
a, sin embargo, estaba fija en su mano izquierda. Brillando en su dedo anular había una simple banda de plata. Un
lizando por dinero. Estaba manteniendo activamente una doble vida, usando un
pastel de queso de la cara, un
mí, su mano extendiéndose-. Podemos hacer ese viaje el próximo mes, ir a un lugar tranquilo, solo nosotros. Iré a buscar más de tus botanas favoritas,
nessa, comprada con mi dinero, mientras me prometía un futuro que no existía. Se dio
conectó con su mejilla con una sonora bofetada. El sonido
k Williams -escupí, mi voz apena
on. Sentí que caía, caía en un abismo sin fondo. Erick, sorprendido por la bofetada, instintivamente extendió la mano, a