El secreto de la guarida: La furia de la novia
El
edor en mi corazón. El pasillo estaba silencioso, el aire espeso con el olor a desinfectante y desesperación. Damián no esta
todavía pegado a su oreja. Pero no estaba hab
ras cuidado! ¿En qu
sigilosamente, escondiéndome detrás de una gran mace
si va a la policía? ¡Estamos arruinados! -S
rojo vivo me invadió, eclipsando momentáneamente el
. Yo me encargaré de Elena. La convenceré de que fue un accidente. So
débil y quejumbr
tros? Está embarazada
na. Una complicación. Elena es mi prometida. Ella es la que trae estabilidad, con
lo que yo era para él. Un medio para un fin. Un peldaño hacia su ambición. Cata
imario burbujeando, pero me lo tragué, ahogándome en la amargura
a de frustración. Levantó la vista, sus ojos escaneando el estacionamiento vacío. Me congel
tes de colapsar en la cama. Los médicos me habían dicho que descansara, que el accidente automovilístico había sometido a mi cuerpo a un estrés inmenso. "Tenga c
ojada, expuesta a la traición más atroz. Las palabras de Damián resonaban: "Elena es mi
propuso matrimonio por las conexiones de su
milia, el dinero de mi familia, para su ambición. Mi amo
y penetrante me atravesó la parte inferior del abdomen. Grité, un sonido gutural
agara por completo fue el pitido frenético de la
l! ¡Tiene un
nuevo, los médico
voz suave, arrepentida-. Hicimos todo lo que pudimos.
bebé. Mi hijo. Se había ido. Por culpa de ellos. Por sus mentiras, sus intriga
rostro una máscara de dolor
eer que esto haya pasado. -Intentó abrazarme, intentó atraerme
empujándolo con la poca fue
stia cruzó su rostro antes de que rápid
ú misma. Estás de
lar de duelo, Damián? Hablemos de ello. -Agarré mi celular de la mesita de noche, mis dedos volan
Sobre ti. Sobre mí. Sobre nuestras "conexiones" y tu "financiac
rdiendo todo color. La máscara se deslizó. La preocupac
able. Sabes cómo es. Ha estado detrás de mi dinero durante año
a"? ¿También fueron su manipulación? ¿O eras tú, mostrando al mundo
ión. No se esperaba eso. Se re
ción... no estás pensando con claridad. -Intentó
na nueva y acerada resolución endureciendo mi tono-. Sé lo de Catalina. Sé de su blog. Sé del accidente de auto que arregl
evelando la fea verdad debajo. Sus ojos, usualmente tan cálidos y acog
ón social de tu familia. Por el respaldo financiero para mi startup. ¿Catalina? Ella ofrecía la pasión que re
de liberación. La ilusión se había ido. La mentira estaba expue
lorosa pero firme-. Lárgate de
legible en sus ojos, ¿sorpresa? ¿Arrepen
mí. -Se dio la vuelta y salió, el clic de la puer
pequeña chispa, un destello de luz desafiante, se encendió en la oscuridad. ¿Él pensaba que no sería nada? Acababa de desatar una torme