El secreto de la guarida: La furia de la novia
El
inodoro, con arcadas secas hasta que me dolieron los músculos. Los últimos días habían sido un borrón de sonrisas forzadas, conversaciones huecas y una agonía insoportable. Damián e
sonaban en mi mente: "Estás embarazada, Elena. De unas doce semanas". Doce semanas. Una vida c
ilencio sofocante. Era el Señor
s para usted. Parece que su... amiga... tiene una pres
lic. Era un blog privado, un diario en línea. Las palabras d
s, calificaciones perfectas, novio perfecto. Siempre lo tuvo tod
¿Lástima? Yo la había amado.
Me desea. Ella es tan aburrida, tan predecible. Él me lo dijo. Me dijo que solo le pro
e se me fue del rostro. Era esto. La verdad. La verda
miso. Lo odio. La odio. Él dice que quiere que yo sea su espos
La Guarida", sobre el regalo para la casa. Mi visión
que no podía resistirse. Ella es demasiado, d
Catalina, la había ayudado con la renta, le había prestado dinero, había celebrado sus pequeñas victorias como si fueran mías. L
eas. Era más profundo, más intenso. Una ola de mareo me invadió y me deslicé al suel
auto, el mundo gris y girando. Mis manos buscaron a tientas el encendido, mi visi
ndo mi cuerpo, lanzándome hacia adelante. Mi cabeza golpeó algo duro. Pero incluso en esa fracción de segund
uri
hospital. Me palpitaba la cabeza, un dolor sordo detrás de mis ojos. Damián estaba
do! -Corrió a mi lado, su voz cargada de emoción
una enfermera, su voz suave-. Estaba frenético. Incluso intentó detener el tráf
un feo moretón florecía en su antebrazo.
ía perdido a ambos. A nuest
e convencieron. Casi. Pero el blog de Catalina, el
tentos de consuelo-. Quiero presentar una denuncia. Recuerd
án, ya pálido, se
llo. Esto es demasiado para ti en este momento. -Inte
ndo fuerza-. Quiero prese
ello de pánic
de que paguen. Usaré todos mis recursos. Déjam
éfono. Miró la pantalla, luego a mí, una másca
Salió de la habitación, sus movimientos apresurados, dejando un le
ra nada comparado con la agonía de mi alma. Me puse la bata del hospital, mi cuerpo todavía adolorido, pero impulsa