Promesas Rotas, Un Corazón Vengativo Regresa
ista de So
ando avisos de clausura en las puertas bajo el pretexto de «inspecciones de rutina». Los socios que aún no habían huido ahora
omisionado de policía, quien prácticamente se había reído de mí en su oficina. Mi padre me esp
reguntó, su
a, el gesto se sin
papá. Están decid
os mientras agarraba los b
ose con una rara muestra de emoción-. ¿Qué hic
Quería decirle cómo Alejandro me había chantajeado, usado, roto, y ahora nos estaba destruyendo para demostrar su
ré, las palabras sintié
recuperando su familiar dureza-. Muestras debilidad, lo pi
as reglas. Simplemente no sabía cómo ganar un jue
uces rojas y azules intermitentes sellaban otro de nuestros clubes noctu
do acto, le envié un men
ue vernos.
número de una hab
unto a la ventana, con un cigarrillo colgando de sus labios, el
-preguntó, sin molesta
ndome lo último que
n susurro-. Toma lo que quieras, pero
na sonrisa cruel ju
Garza, finalmente a
s palabras sabiendo a ceniza e
igarrillo, sus ojos recorri
as tener tú p
y me hundí en el suelo, mis manos temblando mientras alcanzaban el c
ato apenas evadiendo mi toque. El rech
ue había contenido durante tanto tiempo finalm
i nivel. Su voz era una
que ya me aburrí de este juego.
, elevándo
res digna de s
las últimas y frágiles
ité, mirando su rostro implacabl
completamente desp
? ¿La hija de un maf
así? -logré decir entrec
ro se e
do a un gruñido peligroso-. Ustedes eligieron esta vi
cia la puerta, sin
ofía. Es hora de que alg
itación vacía y silenciosa. Había pensado que era inmune a su crueldad, pero este era un tip
i asistente entró corriendo a mi oficina, con
tienes que
estaba volviendo viral. Era de la cámara de segur
ascivo, haciendo parecer que estaba realizando algún acto degradante. Su rostro estaba borroso, pero su figura alta
bía acabado. No solo había destruido a mi familia