Promesas Rotas, Un Corazón Vengativo Regresa
ista de So
voz tensa por una rabia que sentí
ridad, Marco, y
blogs más pequeños, Sofía, pero las cadenas principa
ración de guerra. Una acusación pública tan vil era el pretexto perfecto para que la Agencia lanz
asistente irrumpió en la o
quí con un grupo de trabajo especial. Exig
lares falsos apenas estaba seca, y
ial? -pregunté, mi voz
mos, obtendrá una orden de
rugas de mi falda. No dejar
o veré y
arcado contraste con la opulenta decoración del club. Alejandro estaba en el centro del caos,
oz desprovista de calidez-.
e Navarro? -pregunté, mis c
hace mucho. ¿Aquí, o en un lugar más privado? -Miró a los e
usado hace una vida, ofreciéndome una ele
ntre dientes-
podía respirar. No me llevó al edificio federal. En cambio, condujo a las afueras de la ciudad, a un muelle desolado y abandonado que una vez había sido el
o solo por el sonido de las ola
obre la fuente de esas no
é, inc
tigio para destruir mi reputación,
sus ojos azules intensos-, detendré las re
na risa
l gran Alejandro
e en su mandíbula-. Isabella arregló la publicación de la
ba encubriendo sus crímenes. Todo esto, por ella. Sentí una frialdad familiar f
mis uñas clavánd
abras una amenaza-. ¿Y si tengo prue
bluffeando, pero la posibilidad, por remota
na locura, autodestructiva, pero ya no me importaba. Si iba a quemar mi mundo hasta los cimientos, quería se
stello de sorpresa seguido de u
stás en posic
inándome más cerca-. Es una última y loca petici
, se abalanzó sobre la consola, su mano enredándose en mi cabello, atrayendo mi rostro hacia el suyo
ento de cuero. La luz de la luna que se filtraba por el parabrisas sucio er
ambié a un conjunto de ropa limpia, tratando de borrar el olor de él de mi p
io, mi asistente irrumpió de nuevo, co
lla de la Torre. Se abrió paso
se abrió de golpe. Isabella estaba allí, vestida con un
n decir palabra, me abofe
abeza, mi mejilla ardiendo, el s
no izquierda, el diamante de su anillo de compromiso br
mejilla palpitante. Mi
je, mi voz peligrosamente t
o ella me agarró del brazo, sus uñ
es. Una puta patética y deses