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Promesas Rotas, Un Corazón Vengativo Regresa

Capítulo 5 

Palabras:1027    |    Actualizado en: 07/11/2025

ista de So

voz tensa por una rabia que sentí

ridad, Marco, y

blogs más pequeños, Sofía, pero las cadenas principa

ración de guerra. Una acusación pública tan vil era el pretexto perfecto para que la Agencia lanz

asistente irrumpió en la o

quí con un grupo de trabajo especial. Exig

lares falsos apenas estaba seca, y

ial? -pregunté, mi voz

mos, obtendrá una orden de

rugas de mi falda. No dejar

o veré y

arcado contraste con la opulenta decoración del club. Alejandro estaba en el centro del caos,

oz desprovista de calidez-.

e Navarro? -pregunté, mis c

hace mucho. ¿Aquí, o en un lugar más privado? -Miró a los e

usado hace una vida, ofreciéndome una ele

ntre dientes-

podía respirar. No me llevó al edificio federal. En cambio, condujo a las afueras de la ciudad, a un muelle desolado y abandonado que una vez había sido el

o solo por el sonido de las ola

obre la fuente de esas no

é, inc

tigio para destruir mi reputación,

sus ojos azules intensos-, detendré las re

na risa

l gran Alejandro

e en su mandíbula-. Isabella arregló la publicación de la

ba encubriendo sus crímenes. Todo esto, por ella. Sentí una frialdad familiar f

mis uñas clavánd

abras una amenaza-. ¿Y si tengo prue

bluffeando, pero la posibilidad, por remota

na locura, autodestructiva, pero ya no me importaba. Si iba a quemar mi mundo hasta los cimientos, quería se

stello de sorpresa seguido de u

stás en posic

inándome más cerca-. Es una última y loca petici

, se abalanzó sobre la consola, su mano enredándose en mi cabello, atrayendo mi rostro hacia el suyo

ento de cuero. La luz de la luna que se filtraba por el parabrisas sucio er

ambié a un conjunto de ropa limpia, tratando de borrar el olor de él de mi p

io, mi asistente irrumpió de nuevo, co

lla de la Torre. Se abrió paso

se abrió de golpe. Isabella estaba allí, vestida con un

n decir palabra, me abofe

abeza, mi mejilla ardiendo, el s

no izquierda, el diamante de su anillo de compromiso br

mejilla palpitante. Mi

je, mi voz peligrosamente t

o ella me agarró del brazo, sus uñ

es. Una puta patética y deses

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