La broma que la destrozó

razada. Él era mi salvador, el hombre que me rescat

Kenia. Mi vida entera era una mentira. El ataque no fue al azar; fue un

la defendió. Filtraron un video íntimo mío, destruyendo mi reputación en la universidad. Cuan

me culpó por perder al bebé. Luego me dijo que e

que "compensar" a su hermana por todos los problema

ror fatal. Pensaron que yo

rio de una tía secreta. Y estaba a punto de usar hasta e

ítu

Una sorpresa para Leonardo. Mi corazón latía deprisa, un ritmo nervioso pero feliz contra mis costilla

a música y las risas se derramaban desde la sala. Me detuve,

ella, Leo. Ya

uda y malcriada. La her

orde del pasillo, oc

ra voz, una amiga suya-. Lo divertido fu

en la pared fría, la caja de regalo

mi salvador, el hombre que me sacó de la oscuridad después del ataque qu

en el mismo instante en que es

No te preocupes

amable. Una prom

elular se iluminó c

abajo. Estaré atorado un ra

a mentira casua

visible al final del pasillo. Risas. Música. Y el ho

entí como si mi sangre se hubiera convertido en hielo

ídate. No trab

, un celular sonó

enia-. "Cuídate, no trabajes dem

a noche -sugirió alguien más-.

nardo era lig

Pronto termin

i ataque. El que destruyó m

-dijo, pero no había ira en su tono. Solo

tambaleó.

ron por muerta en un callejón. La noche en que mis padres muri

a voz llena de indignación-. Además, valió la pena. Te con

e porque fuiste tú quien realmente lo salvó

e aprobación. Todos estaban

do sordo. El cimiento de mi vida, la única verdad a la que me había aferrado dura

a una m

enfermo y

gudo me atravesó el vientre. No podí

l? ¿Algo de e

hablar más de esto. -Hubo una pausa. Luego, su voz bajó, teñida de una di

an rota. Ha sido divertido reconstruir

escr

scota. Hace todo lo que le di

la sonrisa

ó Kenia, con un tono burlón-. No irá

rio. Un soni

para la familia de la Torre. Es solo un

escapó de mi propia garg

scoordinados. No sabía a dónde iba. Mi cerebro era una niebla de ruid

é contra la pared en el pasillo v

en mi cabeza, cada una

Muñeca. P

dres, desaparecidos para siempre. Pensé en Leonardo llegando como u

. Una mentira meticu

mi garganta y tuve arca

es muertos. Se había quedado a mi lado cuando intenté quitarme la vida, susurrando palabras de esperanz

solo otro eslabón en la cad

ba dentro. La sorpresa que tanto me había emocionado comparti

amilia, mi seguridad, mi cordur

anto que apenas podía marcar. Llamé a m

Necesito su ayuda. El programa de inter

llena de preocupación-. Sí, por supu

palabras saliendo a toda