Morir por su verdadera felicidad
trás. Mi tobillo se torció y caí con fuerza,
ido, Gerardo estaba allí, un borrón en movimient
lodo y suciedad. Ignoró su propio estado, l
Qué pasó? -preguntó, su
erró a él,
mpujó y mi anillo se cayó al agua! -Sus pal
miradas cautelosas, lo había escuchado en sus susurros ahogados y llorosos por la noche. Había pintado mi presencia silenciosa como acecho, mis sonrisas tristes como burla. Me había retratado
rujado por las lágrimas de ella. Su mir
ó, su voz peligrosamente
una rápida mirada llorosa. Fue tod
i tobillo gri
e, mi voz ronca p
o me recorrieron,
o que
ara querer su anillo -arg
dos corpulentos guardaespaldas que habían aparecido al borde del p
su rostro una másc
eres inocente, entonces demuéstr
so sitio de construcción. La implicación era clara. Yo era la sospechosa,
nto y me provocó escalofríos que sacudieron mi cuerpo. Intenté
rera -dijo, su voz desprovista de
llenando mi boca. No tenía sentido luchar. Me arro
y mis dedos rápidamente se ent
ervaba, su rostro ilegible. Por un momento, vi un destello de conflicto en sus ojos, u
uesto hacía mucho tiempo cuando mis dedos entumecidos finalmen
cuaderno de bocetos. El anillo q
y morada. Apenas podía mantenerme en pie. Agarré el
sonidos de risas y charlas juguetona
mi mano, nuestros dedos se rozaron. Retrocedió c
su ceño fruncido en
ora en adelante -advirt
ó, las palabras una burla cruel-, todav
un susurro
mo siempre has
zo, su agarre fue
los sirvientes hablar. He visto las miradas que
aba... pensaba que estab
nderme, me soltó, limpiándose la mano en los pa
Solo tengo espacio en
pasado robado, y lo arrojó por
le gusta este diseño
argo y roto que podría haber si
do que mi pasad
y me aseguré de parecer normal antes de bajar a cenar con los Alanís
acusadores grabada en mi mente. Me dije a mí misma que era solo el shock de perder alg
ontré saliendo a hurtadillas al patio, buscando en
odía soportar la idea de que estuv
edor. Mientras me levantaba, agarrando el m
n estaba