Casada con un monstruo: Mi grito silencioso
ijo Jaime, su voz un g
emblando, mis manos una sinfonía de dolor. Intenté c
ren resonaba
¿cuándo te vas a divorciar
un momento de vacilación. La había besado entonces,
tes. Levantó la mano, mostrando un anillo. Era una
lo de m
ios formaron un mensaje silenc
nuestro primer aniversario, jurando que nunca dejaría
de mis labios, pero rápidame
. Tenía que recuperar
var en la mano. Me vio en el suelo, la sangre, mis manos destroza
io el video que todavía se reproducía en mi
a llamar a un médico! -gritó, busc
lágrimas con el dorso de mi mano arruinada, tratan
perar el anill
ger mis cosas -di
lenos de piedad y d
os a la casa. Karen estaba allí, esperándom
nces vendrás a mi subasta de car
adre. Podía soport
y su expresión se suavizó, como si pensara que finalmente estaba entrando en razón. No lo miré ni
ente acudía a ella, elogiando su arte "valiente", su "visión". Hablaban
-escuché susurrar a alguien-. Hanna Mo
angrar, el dolor físico u
ien mencio
ragedia. Pero un artista atorme
La gota que de
la abofeteé, con fuerza. El sonido resonó
baja y peligrosa-, vuelv
rió, una sonrisa lenta y cr
n. Tomó mi mano rota entre las suyas, su toq
lástima lo de tus manos. Pero no te preocupes. Yo continuaré t
taba tratando de reemplazarme. Es