Casada con un monstruo: Mi grito silencioso
ra un secreto, una fachada perfecta de amor y devoción. Yo era una ch
o a una silla, humillado, siendo torturado por una "artista" llamada Karen Castro. Ja
la ilegalidad de Karen o disculparme públicamente por difamarla. Cuando supliqué por Kael, ofreció veinte millones de pe
n, su amante, su escudo legal. Usaba su inmenso poder para proteger
s ayudando a hacer esto? -l
sus ojos vacíos
hagas esto
o. En el hospital, Jaime, el principal benefactor, ordenó que no "malgastaran recursos". Mi hermano
ítu
. Mi matrimonio con el magnate tecnológico Jaime Salazar era uno aú
esposo devoto, el hombre poderoso que me trat
aime se sentó frente a mí en nuestra sala minimal
o que most
que usaba para hablar de precios de
Kael. Estaba en un escenario, pero no con su guitarra. Estaba atado a una
no sobre un lienzo, sino sobre la piel de Kael. Lo llam
cuerdas, su rostro una máscara de terro
ltavoces de la tablet. Jaime inclinó la ca
¿no crees? -murmuró-. L
el estómago. Esto no e
a y trazó una línea viciosa en el pe
i brazo. El contraste entre su toque delicado
u voz un veneno tranquilizador-. Karen es
ermanecía en silencio en las esquinas de
, uno de los a
señora Salazar. Es vanguardis
inter
as las ganancias de la exhib
gente, su lealtad comprada y pagada. Mi pr
. No el hombre que me abrazaba cuando tenía pesadillas,
calidez fabricada-. Tráeme pruebas de que ha hecho algo ilegal. De
ompió el shock, cruda y temblorosa-.
n dedo tembloroso la pantalla-. ¡
tablet, su exp
a no le hará daño a su carr
recorrer mi cuerpo-. ¡Lo está destr
e no comía, que no hablaba. Le dije que nuestra amiga de la familia,
uro de un chico de veinte años! -supliqué-. ¿Estás
voz plana y definitiva-. No dejaré que t
y suspiró, como si estuviera
heque. Veinte millones de pesos debe
emblaba, no por el aire acondicionado, sino por
aurante pequeño y lleno de gente, no en un lugar de cinc
adora que me barrió los pies. Él, un titán de la industria, había
onfines de la tierra, que yo era
de la tecnología y la chef celebridad. Trasladó la sede de su empresa solo para est
ra la persona más im
a pantalla, Karen, no solo estaba torturando a mi hermano.
un abogado, presentar una ord
nte y, ahora, su escudo legal. Estaba usando su inme
añicos. Mi voz er
? ¿La estás ayuda
cualquier amor, de cualquier calidez. Extendió la mano y suavemente colocó un
emente-, no hagas