El Latido Final de Sofía
rcepción aguda de todo lo que me rodeaba, era como ver el mundo a
te que seguía la estela de la ambulancia. No era una deci
o, dando órdenes, revisando los monitores, su rostro concentrado y profesional, e
to la
a. Vi cómo le rapaban una pequeña sección de su cabello, cómo limpiaban el corte superficial de su frente. Escuché los térmi
ra una
mografía era limpia, perfecta. Pero Alejandro, cegado por su lealtad mal entend
lando una sombra insignificante en la pantalla.
yo, el alma de Sofía, solo podía mirar, gritar en silencio, vie
enfermera entró corriendo al quirófano,
ón", dijo con urgencia. "Llaman de u
dro se detuvo por un
ncima de la mascarilla,
uada pero firme. "¿Qué pasa con Sofía? Les dije que solo eran heri
ermera. "Se quejaba de un dolor de cabeza muy fuerte y
ncendió en mí. ¡Por favor, A
iró, un sonido de
", dijo, volviendo su atención a Valeria. "No puedo interrumpir esto, la vida de Valeri
un momento, indecisa, antes
ición de auxil
e, una y otra vez, pero mi voz era solo silencio. Me lancé contra él, intentan
l quirófano sonó, un pitido estridente que hizo que
, dijo, cubriendo el auricular. "Suena
e habría roto en mil pedazos. Mamá sabía qu
e la bandeja con un chasquido metál
ela",
aron el
una operación, no puedo h
¡Alejandro, tienes que venir! ¡Algo está muy mal con Sofía! ¡N
estoy a cargo de una paciente que podría morir. Sofía está bien, mamá, s
a responder, le hizo un gesto
lio, rechazada con una crue
esaria, cada movimiento preciso y seguro, una coreografía de la me
ber pasado minutos u horas. El pitid
dro ni siquiera
l silencio estéril del quirófano. "¡Quien sea, que se espere! ¡
que contest
e neurología... y el di
ieto. El silencio se
?", preguntó
e Sofía Ramos", dijo la enfermera en un susurro apenas audible. "Su cerebro...
otando en el suelo con un tintineo me
mun
, llegó demasiado tarde. Y la respuesta fue la confirmación
negó a revisar, ahora sería d