El Latido Final de Sofía
tante todo fue negro, un silencio pesado que se rompió por
rojas y azules que giraban lentamente. Un dolor punzante me taladraba la sien
eí susurrar, porque de mi
e tocaba la frente, pero estaba consciente. Luego su mir
estás bien?
mí, me atravesó más que cualquier cristal roto. Valeria,
rte en la frente, un hilo de sangre que le corría por la mejilla, pero sus ojos estab
tálico, los paramédicos llegaron, sus voc
dos, dos mujer
la más afectada, posibl
Quise decirles del dolor en mi cabeza, de la náusea que subía por mi gargant
eurocirujano, la voz que imponía resp
escanearon de arriba abajo, una
sguños, estás bien,
que no estaba bien, que el dolor crecía, que una presi
y se arrodilló
Valeria. "Miren la herida, podría tener una fractura de cráneo, una hemorragia. Soy el do
rcó a mí de nuevo, c
su novia...",
andro con impaciencia. "La prioridad es Valer
iaba de mí, cómo las manos que me sostenían se ret
zando a mojarme la cara. El mundo se volvía cada vez más oscuro, los
dole la mano, susurrándole palabras de consuelo. Ni una sola vez miró hacia
o, por instinto, fue a mi vientre, un secreto que planeaba contarle e
, Alejandro, íbam
o pensamient
de ligereza, como si me desprendiera de u
rriba, vi mi cuerpo inerte, con la cabeza ladeada en un ángulo antinatural y una
ombre que amaba y a la mujer que me había traicionado, dejá
vo tipo de conciencia, fría y