Casada por Contrato con el CEO Mafioso
a el f
la sin pensarlo dos veces. Ahora, el mundo daba vueltas, mis piernas tambaleaban y cualquier cosa me provoca
? –preguntó Tom mient
desierta, perfecta para q
sa–. Hay una empresa enorme a unas cuadras de aq
miso? –chillé con emoción más que con m
eresante –comentó Ween,
gámo
do por algunas luces tenues. Caminamos con sigilo, conteniendo la respirac
, sacó un pequeño juego de herramientas (¿cuándo había sacado eso?) y comenzó a unir y cortar cables con la seguridad de alguien que hab
enio –susurré, sol
movió en un suave zumbido y, cuando las puertas se abrieron, nos
Entonces, sin más, salimos corriendo como niños en una tienda de dul
–exclamó Ween desde
antes. Era enorme, con estanterías repletas de libros y un escritorio de metal y cristal que parecía demasiado grande para una sola persona. Todo estaba perfectamente ordenado:
sa. Algo en mí me impulsó a sentarme. Al hacerlo, me sentí poderosa, importante. En mi embriaguez, imaginé por un momento
para lugares como este. Nacimos para emborracharnos en bares baratos
Entró con una sonrisa burlona–. ¡Si es la señora Anel Cross! –Hi
ontrato, pero la letra era tan pequeña que, entre la oscuridad y el alcohol, no
señor –dije, siguiéndole el ju
entón, fingiendo estar pensativa. La expre
pices, lo destapé lentamente y, sin apartar la mirada
mé, señalándolo con el bolí
e botellas de whisky. No eran cualquier whisky. Solo con mirarlas
uejó Tom, tanteand
nciende
do lo hizo, el despacho se iluminó de golpe, obli
El líquido bajó por mi garganta dejando un cosquilleo amargo, pero sorprendentemente a
sosteniendo un objeto pequeño entre las
inmediato, guardándo
nunca robábamos. Meterse en un edificio por la adrenalina era
Lo suficiente como para bailar sobre los muebles a
ante, y antes de poder reaccionar, varios objetos de c
observando el desastre con una m
l –protestó Ween, revo
de repente, un sonido en
enzaron a par
darnos cuenta de l
ala
éramos ensayado toda la vida para este mom
mo si nuestra vida dependiera de ello. Y tal vez sí. E
la policía a lo lejos, una sensació
z sí habíamos c
el juego había id