Casada por Contrato con el CEO Mafioso
De todas las opciones que imaginé, esta es la que menos sentido tiene. Esperaba un reclam
o? –le pregunté, exasperada. –Esto es
atarlo –respondió con frialdad, ll
lo
ntes conocer las dos partes de este
con los que solo podrÃa soñar? –pregunté, señalando irónicamente los alrededores de la ostentosa oficina. –
d es que harás lo que te dig
izo que, instintivamente, me apartara un paso. Me asegu
das –dijo, ladeando la cabeza con burla. Quise golpear
con manos temblorosas, y al verlo de cerca, lo reconocà e
Creo que no tienes ni idea de lo que firmaste
detenidamente, sentà cómo mis piernas flaqueaban. Cada palabra me parecÃa má
aún en shock, mientra
endo parecÃa más un contrato de esclavitud. Las cláusulas no tenÃan nada de románticas, y
mete a dar un hijo a la parte
Lo siguiente no
años. En caso de incumplir y solicitar el divorcio, deberá atenerse a una sanción por incumplimiento del contra
ión estrictamente confidencial, sin revelar informaci
menos que la parte B esté de acuerdo. Solo la parte B tie
absurda, más asfixia
da. Mis manos seguÃan temblando, mi mandÃbula tensa. No sabÃa qué hacer n
me atrevà a preguntar, apr
rÃo. –Ese acuerdo ya estaba hecho, pero tú irrumpiste y firmaste. Me ah
tú podrÃa encontrar a alguien co
quedando ahora de pie frente a mÃ. Desde esta posición, se veÃa aún más alto, más imponente.
spondÃ, con firmeza. Su rostro se oscureci
colocando sus manos a cada lado de mi asie
que acabas de decir –murmuró, señalando el
levantando la cabeza para enca
Anoche entraste aquà y destruiste
a resolver –respo
do la pantalla hacia mÃ. En la pantalla apareció un
subasta por el doble de su precio original. Ni siquiera tus riñones
e hablas de
robada anoche del cuarto
es! –exclamé, furiosa. Est
veÃa a nosotros, entrando al ascensor y entrando en esta oficina. Luego cambió a otra grabación, mostrando una habitación con una puerta de metal con contra
o que Ray habÃa hecho algo mal cuando lo vi actuar raro, pero no
co que pague. Todos irán a la cárcel por robo y allanamiento. A menos que aceptes que
lo miré a él. Luego, con una sonrisa
sgué el contrato en pedazos y
importa, tendré tiempo de enseñarte modales. Ese no era el original,
brió. Entraron un par de policÃas,
abogado, señalándo
iera entregado a la policÃa. Aunque me costaba cre
vens