El Amor en Tiempos de Traición

svanecerse. Sabía que no podía ceder a la tentación de permitir que sus emociones nublaran su juicio, pero también era innegable que algo había cambiado. La frialdad que

ambiente había cambiado. No sabía si se trataba de su creciente paranoia o si realmente alguien la estaba vigilando, pe

organizados, pero Lucía los reconoció de inmediato: eran los informes confidenciales sobre las actividades ilícitas que se rumoraban dentro de Ferrer Corp. La información que había estado buscando, la clave para c

ctamente organizada, los datos sobre cuentas bancarias secretas, acuerdos oscuros con otr

inado. Se sentó en su silla, sintiendo cómo una ola de incertidumbre y miedo la invadía. ¿Qué debía hacer con esta información? Su misión estaba al borde de la revelación, pero la duda era insoportable. No po

u misión, chocaba contra lo que comenzaba a sentir por él. El dilema se p

e decisiones. Si su misión era exponer a Alejandro, ahora tenía la oportunidad perfecta. Pero hacerlo significaba más que simplemente cumplir co

sin rumbo fijo. La brisa fría golpeaba su rostro, y las luces de la ciudad parpadeaban a s

sus ojos, en su manera de hablarle, en la forma en que parecía estar constantemente evaluándola, sin dejarla escapar de su

ientos que la torturaban. Cuando entró, el aroma del café la envolvió, y se sentó en una mesa cerca de la ventana. Mientras observaba el tráfico fuera, la imagen de Alejandr

stante, creyó que había visto a Alejandro entrar. Su corazón dio un salto, pero fue solo un hombre que no cono

a misma era tanto la víctima como la perpetradora. La traición ya no solo formaba parte de la empresa, sino que comenzaba a formarse dentro de ella misma, entre sus

, pero suficiente para hacerle el corazón latir más rápido: "Necesito

as en este momento? Las preguntas no dejaron de surgir en su mente, pero sabía que no podía rechazarlo. Algo estaba suced

como esa cita que tenía por delante. Alejandro había decidido acercarse más a ella

sta ahora los había llevado a este punto, y Lucía no sabía si podría resis