El Amor en Tiempos de Traición
ciudad que se extendía frente a ella. Aquel lugar, imponente y casi inalcanzable, representaba tanto su misión como su perdición. Cada vez que cruzaba sus
cibidos. De alguna manera, cada paso que daba, cada decisión que tomaba, parecía ser observada por ojos invisibles. Y la sensa
cada documento revisado, cada informe analizado, su sensación de estar perdiendo el control crecía. Los papeles que había encontrado durante la última semana hablaban de inversione
nterior, en la mirada de Alejandro, en la forma en que él parecía estar tan cerca de desvelar algo que ni siquiera ella podía comprender del todo. Algo en él había cambiado. Había una vulnerabilidad en s
la pantalla, supo que no era una llamada casual. Era Aitana, su superior, el ro
tono de preocupación que rara vez dejaba entrev
tana que la hizo tensarse de inmediato. S
preguntó, tratando d
misión acaba de volverse mucho más peligrosa. Y lo que es peor, los registros de las últimas filtraciones apuntan a alguien de
nca imaginó que las consecuencias pudieran ser tan grandes. La figura de Alejandro cruzó su mente
ás segura de lo que realmente sentía-. Estoy i
sus palabras-. No olvides por qué estás ahí. No olvides lo que está en juego. Tu le
Su lealtad había sido puesta en duda desde el principio, pero ahora estaba claro que lo
ó, aunque las dudas seguí
Si su misión ya había sido complicada, ahora las piezas del rompecabeza
ía desactivarse fácilmente. Si alguien dentro de Ferrer Corp estaba filtrando información, significaba que los cimientos de su imperio estaban come
s direcciones, pero ninguno de los informes apuntaba de manera directa a la fuente de la filtración. Y aunque su instinto le decía que debía actuar rápidamente, una parte de él seguía obsesionada c
oficina, esta vez con un aire de u
lgo -dijo, con un tono grave q
tomó sin decir palabra, comenzando a leer los detalles con la rapidez que le era caracterís
llaba con una claridad aterradora. Había estado buscando la verdad durante tanto
ndo a su jefe con la misma ex
to? -preguntó, su vo
de lo que había imaginado. Lucía no era solo una pieza en este juego; era la clave de tod
con dolor. La traición había tocado a su puerta, y él no
espuestas venían de ella. La lealtad y el amor parecían haberse convertido en dos fuerzas opuestas que se chocaban dentro de él. Y sabía que s
que tomarían en las próximas horas podrían arrastrarlos a una espiral de traición, o, tal vez, ofrecerles una oportu