AMOR SALVAJE
saludan con respeto al pasar. Sus miradas son un recordatorio constante de la responsabilidad que car
Alan, mi beta, entrando casi una hora después y ac
ondo con una media sonrisa, mie
o como siempre-. Raquel está furiosa. No me sorpren
ntesto, quitándole peso al asunto-. Además, ya le deje claro q
a una ceja
vez. Ella está convencid
da hacia el va
llo -murmuro, recordando las circunstan
localizar a esas personas y convencerlas de unirse a la manada. Muchos ni siquiera sabían que llevaban sangre de lobo en sus venas,
loba llamó mi atención, así que mientras bebía, escudriñé el lugar. Fue un error. E
, al igual que los muslos de la joven que yacía dormida a mi lado. Era la loba que había olido antes. Demasiado joven para despertar su parte lobuna, había sido secuestrada y forzada a trabajar en aquel burdel al igu
cazadores, obligándonos a redoblar precauciones. Desde entonces, ella está bajo mi protección. Es u
lencio, devolvié
te fijarías en una humana. No solo es Raquel, muchas otras están
Pero necesito que entiendan que no podemos seguir escondiéndonos.
e el ceño,
final, no es su culpa lo que son. Pero considerar
ecinan cambios grandes para la ma
ere, desconfiado-.
ueste admitirlo, mi padre tenía algo de razón
mira f
decir eso fren
ado con los humanos. Su ausencia provocó deserciones y dejó a mi madre al borde del colapso. Ella enfermó poco de
a entre humanos, respeta
mero que dijo, al captar
d, viendo a un niño jugar en
pálida llamada Enol
detrás de mi padre-. No está educado y se
Es mi hijo, soy el hombre de la ca
o de que si de ella dependiera, me habría echado a
y partió en busca de conocimiento, de una salvación para nue
ro que quiero para mi manada. Él afirma que mi padre fue un buen hombre. Pasaron años antes de volver a pisar ese pueblo, así que cuando lo hice dispuesto a
a vez más. No podemos seguir viviendo co
guna, pero sus ojos traicionan la in
da está lista para
mi pecho, sé que este