AMOR SALVAJE
rente de Topacio y corro a mi encuentro con Pablo. Si, ese es s
matrimonio, por supuesto, es un sueño imposible. Pero entonces, ¿por qué me dejo arrastrar por esta atracción? Tal vez porque si n
rtidas sin formalidades. "Arrejuntarse", lo llama ella. Ese destino no es para mí, me r
gunta tres días después de mi caid
e he descubierto que me agrada, me da la
intensa. Mi corazón se aceleró, como siempre que sus ojos se clavaban e
evo iluminó su mirada,
sco un ref
ndieron lentamente hacia mis labios, y el ai
rente que eres -sonrío coq
iferente al tipo de mujeres a las cuales él está acostumbrado. Su cercanía no me asustó; al contrario,
lo que se sie
de sus dedos era cálida, firme, pero sorprendentemente delicada al recorrer mi piel y delinear mi lab
tornó más firme, más profundo. Mis rodillas temblaron bajo el peso de la sensación desconocida, pero sus manos, fuertes y seguras, me sostu
de una mezcla de intensidad y ternura que no supe interpretar
una llama que no sabía que podía arder tan intensamente. Sus caricias, tan firmes como su carácter, hacen que me sienta viva de una forma
═══.
que estás dic
apaces de ocultar la agitación que hierve en mi
ia, sonríe como si esta fuera una buena noticia-. Dicen que el joven Ortega llegó esta mañana. ¿No est
. Temía la llegada de este momento, el momento en que se consolida mi derrota. Yo tengo más
a -digo, ignorando la pregunta de Topacio. Mi voz tiene un filo
una fortuna considerable y, además, con un futuro que promete engrandecer su nombre.
tentando descifrar lo
tus deberes, avís
o preocupación-. La señora y la señorita Rebeca ya me han pregun
nunca necesito escapar. Como siempre, me esperas en
pensa, su reticencia desapa
arroyo y dejo que el agua fresca rodee mis pies descalzos, tratando de calmar la tormenta en mi interior. Es entonces cuando, entre las somb
ge de entre los árboles, y la tensió
-me dice con una
dejando que algo de verdad se filtre en
ar eso. Hoy quier
ado que siempre me desconcierta. Me guía por un sendero estrecho ha
é op
o, con paredes de madera y un techo que parece haber si
tu cara -dice, su tono
ares más grandes y cómodo
esa risa cálida que tiene
tré esta cabaña abandonada y pensé que sería un lugar seguro
que modesta, la cabaña está limpia y orde
ste to
cosas,
o no tiene su dinero ni su posición, pero hay algo en él, una energía s
baña, la atmósfera cambia. Me siento más audaz, más libre. Mis manos se deslizan bajo su camisa, y mi piel se
e de pronto, con una intensi
o nerviosa, un
y el hombre que se llame mi marido
tontería del mundo. Luego, su risa se une a l
pronto lo harás. Eres mía, y yo
tezas, incluso mi propia identidad, empiezan